El Gobierno, la oposición y los economistas admiten que la economía se ha enfriado, pero difieren en las razones. Los funcionarios dicen que son factores externos -principalmente la caída de los precios de los minerales-, pero los críticos lo atribuyen al exceso de regulaciones al sector privado impuestas por el presidente Ollanta Humala.
El expresidente Alan García, uno de los favoritos para las elecciones de 2016, me dijo que Humala ha "perdido el tiempo” durante los primeros tres años de su gestión. "En vez de aprovechar la velocidad con que crecía el país y darle más facilidades al capital, ha hecho lo contrario: Se han puesto más reglamentaciones, más obstáculos al ingreso de capitales”.
Citó la "ley de consulta previa” de 2011, que exige, por ejemplo, el consentimiento de los pueblos indígenas en proyectos de minería y otros emprendimientos. Si un inversor inmobiliario quiere construir un edificio, o una empresa minera iniciar una explotación, deben demostrar que no van a dañar reliquias arqueológicas, lo que es una pesadilla burocrática que puede durar años. Lo lógico sería que prueben su inocencia si hay una acusación contra ellas. Por ello, muchos proyectos petroleros y mineros se fueron del país o suspendieron sus operaciones.
Para reactivar la economía, Humala anunció varias medidas para simplificar la burocracia y ofrecer a las mineras y otros inversores mayor estabilidad impositiva. Los economistas aplauden estas reformas, pero señalan que el presidente pasó sus primeros tres años poniendo regulaciones, y que va a pasar sus últimos dos años tratando de desmontarlas.
Una encuesta de la firma GFK publicada esta semana revela que el 32% de los encuestados esperan que la economía mejore en los próximos 12 meses, mientras que solo el 15% espera que empeore, y el restante 53% espera que permanezca estable. No es una mala señal en un país que -aún con su mini-crisis- esté creciendo el doble del promedio del 2,5% de crecimiento de Latinoamérica.
"Lo que estamos viendo es una frenadita”, dice Juan Pablo Kuczynski, ex primer ministro también candidato para 2016, que espera que la economía mejore porque Perú aumentará sustancialmente su producción de cobre en 2015 gracias y gran parte de esa producción ya la compró China por adelantado.
El ministro de Planificación, Piero Ghezzi admitió que el crecimiento ha caído "porque hemos sido demasiado complacientes” durante los últimos años de alto crecimiento. Dijo que Perú está iniciando importantes reformas educativas, de salud e institucionales que deberían lograr que el país vuelva a crecer a tasas del 7% anual.
La tasa de pobreza ha caído de un 59% al 24% de la población en la última década. Incluso si la economía crece 4,5% este año, la tasa de pobreza es probable que siga bajando. Es una mini-crisis que Venezuela, Argentina y otros les encantaría tener.