La escuela de Pedernal alberga a chicos que en su mayoría son de Los Berros.


Josefa Ramírez de García fue inmigrante española y a la vez, pionera en distintas actividades agrícolas, como mineras y ganaderas de Pedernal. A fines del siglo XIX se instaló en esa localidad sarmientina, luego de haber recorrido otros lugares del país y la provincia. Llegó con su esposo y sus hijos que fueron varios, aunque no se conoce el número. La mujer sentía la necesidad que sus hijos menores como los niños de la zona tuvieran conocimientos en la lectoescritura, simplemente como madre, ya que no estaba preparada profesionalmente. Por tal motivo, y sin darse cuenta, se transformó en maestra y su casa en una pequeña aula. Así le dio forma a una insipiente escuela, que en pleno siglo XXI, lleva su nombre y está previsto inaugurar el nuevo edificio en el corriente año. Las instalaciones impresionan por lo grande, por lo bien diseñado y por las características que tiene, ya que es albergue y se nota muy confortable. Hay algo especial en esta historia. Se trata de que el nuevo edificio escolar se levanta en terrenos donados, nada menos que por Josefa, quizás una de las primeras maestras que tuvo este pueblo sarmientino.


La escuela en sí tiene 111 años desde que se la declaró como tal. Hasta diciembre pasado se terminó de derribar las viejas estructuras para, de a poco, levantar lo que es un edificio de primer nivel. La obra está retrasada, pero igual se sigue trabajando en la construcción del edificio. Recién en los últimos días les instalaron una línea telefónica, indispensable para estar en contacto con el mundo, tal como lo expresa la directora Viviana Clausen. Este servicio se había interrumpido debido a los movimientos que se hicieron en las obras. De todos modos, todavía falta mejorar detalles importantes de comunicación como servicio de internet y telefonía celular, ya que la comunidad en sí está incomunicada. En la actualidad, la escuela tiene 164 alumnos, de los cuales 32 son chicos albergados procedente de Los Berros. Por otra parte hay 7 maestros de grado, dos maestros tutores, debido a que hay un ciclo básico secundario, hasta tercer año; maestros de especialidades 4; 6 celadores y 7 personal de servicio generales. Quizás en esos años de fines del siglo XIX, cuando la pionera Josefa enseñaba a sus hijos y niños del pueblo, soñaba también con una escuela. Y, hoy la posta la toman los docentes actuales. Uno de esos sueños es conseguir que se cumpla con el secundario completo y no solo llegar hasta tercer año. Esto es así, porque a muchos adolescentes se les complica trasladarse a Media Agua para terminar sus estudios. Además, otras de las demandas de la comunidad es que la escuela les ofrezca una capacitación laboral para obtener el primer trabajo. Además, desde la dirección de la escuela se propuso al intendente Cacho Martín, la posibilidad de que el municipio brinde talleres gratuitos para amas de casa que tienen ganas de aprender, con el fin de integrar ese tejido social formado por grandes familias. La intención también es que la escuela sea durante los sábados y domingos un centro cultural, con muchas actividades, entre ellas, ciclos de cine en el nuevo recinto del Salón de Usos Múltiples (SUM). Así las cosas, la escuela que lleva el nombre de la pionera española tiene mucho por hacer en este pueblo que eligió para vivir. Es que a veces, los sueños se hacen realidad y son mucho más grandes de lo que se puede esperar.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO