Un filósofo como Baruch Spinoza (1632-1677), habría expresado que "no hay un bien o un mal absoluto, sino unas relaciones valorativas adaptadas a la situación, lo que no supone un relativismo, sino una inteligencia flexible de lo que conviene". Al respecto, la ética se confunde con la moral. La moral es muy poderosa en una comunidad, porque cuenta con una base social fuerte, que influye en sus integrantes, ligadas a convicciones religiosas. En cambio, la ética surge de la propia reflexión individual, atada más a lo emotivo y racional. Es decir, para tener un criterio frente a lo que conviene o no conviene, se necesita de una firmeza valorativa de opiniones que tengan en cuenta al individuo, pero sin descuidar el impacto social ¿Cuál sería la consecuencia del aborto legal? Este fue el gran error del liberalismo económico, junto al neoconservadurismo político, del bien de algunos. No obstante, el Estado intervencionista tampoco ayudó, pero la Argentina sigue teniendo la posibilidad de crecer como un polo regional, si no se especula con la pobreza. Es de la justicia el controlar a la política para evitar abismos.


Y, con respeto a la nueva política, ésta construye un discurso como estrategia de comunicación de lo pasado como lo malo, y de lo actual como lo bueno. No obstante, no todo lo nuevo es tan novedoso, ni el pasado es tan malo. Esta dicotomía de lo bueno-malo moralista, fue la que alimentó a los razonamientos dictatoriales. Y, paradójicamente, un tema tan viejo como el de la religión y la política, presentes en los tiempos de Spinoza, desandan también la nueva postmodernidad o la cultura de la post verdad. Es decir, la nueva política también se alimenta de la renovada visión apocalíptica (crisis social, de valores, económica, ecológica, terrorismo, armas nucleares, posible guerra fría del siglo XXI), que alimenta más el miedo y la sumisión con el llamado "choque de civilizaciones+, y el relativismo cultural extremo.


Frente a ello, ¿es necesaria una nueva política? Si que es necesaria, pero los cambios sociales y tecnológicos han visibilizado una sociedad de diferencias muy marcadas. Figuras políticas actuales novedosas desencantan muy rápido. Lo que algunos sociólogos actuales llaman como "los análogos frente a los digitales+, es esta sociedad formada por individuos mayores o menores a los 50 años promedio. Los digitales de la nueva sociedad del futuro son los que definen a la nueva política. Exigentes, creadores, sin un puesto fijo.


Por ejemplo, ahora el derroche de años se paga con tarifas altas que exigen un sacrificio mayor al usuario. Y, de como se solucione ello, depende el futuro del país. Todo dependerá de la ética pública o de ceguera moral, a la que un economista liberal como Hayek (1899-1992) le dio gran relevancia, se ha resquebrajado junto a la política, debido a las políticas corruptas.


Un cambio sin ética de ejemplaridad no es un verdadero cambio. Actualmente, el fenómeno de aplicar la nueva política lo entendió bien YouTube, por ejemplo, cuando desechó contenidos casi criminales. No obstante, el 90% de lo que sucede en internet lo acapara Facebook, a pesar de que los celulares, computadoras, promocionan redes sociales como Whatsapp, Wechat, Instagram, Tumbir, Linkedin, Twitter, Snapchat, Soundcloud, Badoo, YY, y otros, que sólo alimentan a la inteligencia artificial.