Pasaron las vacaciones de invierno. Fue una temporada preocupante de cara al futuro. A esa conclusión llegaron los distintos sectores vinculados al turismo. Un relevamiento de este diario entre 20 prestadores de Calingasta, Valle Fértil, Iglesia y Jáchal, arrojó en promedio que las reservas fueron tan sólo del 58,75%, es decir, un 10% menos que en 2016, cuando las cifras fueron del 65,6%.

Estos datos podrían tomarse como un diagnóstico de la industria turística en San Juan, si es que podríamos hablar de "industria". Es tan sólo la punta del iceberg de la problemática; porque debajo de la superficie, el problema es mayor. Es "estructural", como lo definen fuentes vinculadas al turismo receptivo de la provincia. Se necesita incentivar cambios culturales y estructurales vinculados al servicio. Esto debe ser así, porque vivimos en un mundo global y competitivo. 

En ese sentido, son muchos los sanjuaninos preocupados por el tema. Lo manifiestan en redes sociales y al escribir cartas a este diario, ofreciendo propuestas para hacer de la Capital, Gran San Juan y toda la provincia, más atractiva. El común denominador apunta a una política de Estado, no partidaria, en el que trabajen todos los sectores de la comunidad y buscar un perfil turístico, además de cultural.

Hacen falta obras y más servicios. Algunos lectores proponen reactivar el tranvía usado a principios del siglo XX, desde el centro hasta Punta de Rieles, en Rivadavia. Otros, colocar colectivos turísticos para excursiones por diferentes circuitos. Promover mayor crecimiento en el ámbito comercial, ya que la carga impositiva impide trabajar con un pequeño o mediano emprendimiento. Además, habilitar más peatonales.

Las quejas de sanjuaninos y visitantes es que son pocos los restaurantes, pubs, bares y lugares de esparcimiento. Buscan sitios de calidad, buena atención, precios accesibles y seguridad. Pero escasean. También faltan lugares para alojarse.

El turismo a nivel mundial mueve millones de dólares. En Argentina, muchos sitios son prósperos, pese a los vaivenes económicos del país a lo largo de su historia. Incluso hay lugares que se posicionaron en el grupo de destinos internacionales como San Luis, Ushuaia, Termas de Río Hondo, Las Grutas, entre otros.

Un lector preguntaba, "cómo puede ser que Córdoba le saque tantos beneficios a un reloj cucú que está en una rotonda de Carlos Paz, a tal punto de ser un ícono provincial?"

La reflexión sería que los sanjuaninos debemos dejar atrás la idiosincrasia conservadora y cambiar de actitud, para lanzarnos a conquistar fuentes de crecimiento, como lo es la industria del turismo, que junto a las energías solar y eólica, pueden generar millones de dólares en divisas para la provincia.

Pero, para lograr esto, es necesario que los políticos sanjuaninos y quienes ejercen funciones de gobierno, convoquen a todos los sectores para aportar ideas y proyectos con el fin de crecer. La idea es que todos los sanjuaninos tengamos trabajo y desarrollemos una industria turística que no tenga techo. El desafío lo está planteado a la propia ciudadanía.