Uno de los varios aspectos relativamente oscuros de cualquier biografía de nuestro "Zorzal Criollo” es el de su niñez y, en particular, de su vida como escolar. Según relata la más seria biografía de Gardel que conozco :"…en 1897, con 6 años recién cumplidos, había llegado para Carlos la hora de la instrucción escolar. Los esfuerzos de Berta por dotar de una adecuada educación a su hijos serán encomiables teniendo en cuenta el contexto de la época, su condición de inmigrantes pobres…" ( "Gardel, la Biografía”, Julián y Osvaldo Barsky, Ed. Taurus).

Estas razones determinaron que Carlitos fuera a vivir en casa de unos vecinos de mejor nivel económico, cuyos hijos recibieron al "agregado” como a un hermano más y lo encaminaron por el camino correcto, pese a la mala costumbre del niño de desaparecer con cierta frecuencia para vagabundear por el ambiente del Abasto. Según uno de sus compañeros "…era de un carácter vivaz, muy travieso….A los siete años se sentaba en la puerta de la calle para cantar, y enseguida lo rodeaba un mundo de muchachitos y por intermedio de ellos, muchas familias lo llevaban a sus hogares durante días enteros…" (opus cit.)

No está muy claro cuál fue el desempeño escolar de Gardel (por ese entonces todavía era "Gardes”). El único modo de referirse con cierta seriedad a estos aspectos de los años tempranos del "Zorzal” es aceptar como única base de datos a documentos y publicaciones del periodo entre 1897 y 1904, que no son muchos ni tampoco muy analíticos pues, como es lógico suponer, aún la fama no había tocado al cantor.

En esta tesitura, el primer certificado que menciona a Carlos Gardes fue emitido por la Escuela Superior de Niñas de la calle Talcahuano 678, documento que se encuentra en el "Museo Carlos Gardel” de la Casa del Teatro. Puede llamar la atención que se trataba de una escuela de niñas, pero conviene recordar que en aquella época la legislación escolar vigente permitía que la asistencia fuese mixta para menores de diez años.

Después de una serie de inconvenientes vinculados a los sitios de escolarización de la época, Carlitos fue aceptado en 1901 como pupilo en el Colegio Pío IX, transcurriendo allí una etapa de su vida que fue motivo de numerosas fantasías.

Lo concreto es que en ese año cursa el 2º Grado de Artesanos, siendo anotado con el antecedente de "Patria: no se sabe”, una situación que sirvió para alimentar en parte la tragicómica leyenda del origen uruguayo de nuestro cantor. Corresponde observar que para 1901-1902 fueron algo más de 120 los niños que aparecen anotados con ese antecedente dudoso, algo común cuando el Registro Civil no tenía aún la importancia que hoy conocemos.

Continuando con la niñez del Zorzal, en noviembre de 1901 recibió el Sacramento de la Confirmación junto con otros compañeritos y en el Libro Mayor del sector Artesanos no constan hechos de mala conducta ni problemas económicos, siendo normal que los niños de origen modesto no pagaran cuota alguna y además, a los mejores promedios se les asignaban becas razonables. En el Libro de Inscripción figura Carlos como hijo natural de Berta Gardes, sin nada que pudiera presumirse irregular sobre origen o cualquier otro eventual aspecto negativo.

En 1902 Carlos cursa Tercer Grado, compartiendo con Ceferino Namuncurá el dormitorio "María Auxiliadora”. En esa oportunidad se distinguió en sus estudios, recibiendo el premio "Digno de Alabanza” que mereció por el promedio logrado en sus notas. De esa época cuenta una leyenda que en el Colegio se hizo un concurso de canto en el cual resultó primero el hoy San Ceferino y segundo Carlitos Gardes, algo que hasta hoy no se ha podido confirmar. Luego, y ya en 1904, se conoce el certificado del Colegio San Estanislao que funcionaba en la calle Tucumán al 2600, de donde egresó Carlos con notas excelentes.

En ocasiones se habló de ciertos errores de ortografía en cartas escritas muchos años después por nuestro Zorzal. En este sentido, hay que ubicarse en la época del caso, cuando esta cuestión no era tan importante y, tampoco era muy habitual que quien escribiese se preocupara mucho por la ortografía cuando lo importante era trasmitir una idea o noticia. Lo concreto es que Carlitos fue un buen alumno que no desentonó con los grupos de colegiales con quienes alternó.