En varias oportunidades he hecho hincapié en cómo hoy en día se han multiplicado los destinos e incorporado otros que jamás habrían figurado en los programas de los operadores, con el ofrecimiento de productos turísticos antes insospechados. A la lista de estas variadas formas de turismo, lista que puede ser tan larga como la imaginación de la mente humana pueda llegar, se suma el Turismo geológico minero, de gran presente y futuro en nuestra provincia, con una realidad y potencialidad minera y una historia que se remonta hasta los primeros pobladores de estas tierras.
Antes de la llegada de los españoles, los indígenas ya habían trabajado durante largo tiempo en la extracción del oro y la plata. Posteriormente la Compañía de Jesús, una de las más prestigiosas órdenes religiosas católicas que evangelizaron en el Río de la Plata, fue la que con su enorme conocimiento de las "’artes de la minería”, que involucraba a la Geología, Mineralogía e Ingeniería de Minas, realizó la explotación en nuestro país, desde el norte hasta el sur, en toda la faja correspondiente a la cordillera y sierras conocidas. Luego del éxodo forzoso de los jesuitas del país, comienza alrededor de 1850 de nuevo a resurgir con la llegada de inversiones extranjeras, particularmente inglesas, a las que se sumaron poco a poco algunas inversiones locales.
En San Juan se formó la primera compañía inglesa en 1863, con el objeto de explotar las Minas del Tontal y Castaño; en 1872 se instaló en Hualilán otra compañía inglesa, luego se comenzó la explotación de Huachi (Cu -Au) y el Salado (plata) y durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874), se creó la primera Escuela de Minas de la República en San Juan, que originó la llegada de geólogos alemanes e ingenieros de minas (Rickard y Hoskoldt, entre otros).
Como vemos, nuestra riqueza geológica-minera, se entrelaza con una historia rica en protagonistas, con el nacimiento de asentamientos poblacionales, vinculados a la explotación de su minería, constituyendo un recurso que puede transformarse en un excelente producto turístico con valor agregado.
El Turismo geológico minero es aquel que permite al visitante tener: comprensión sobre la Geología de un lugar que posea manifestaciones, tales como: rarezas, belleza, geoformas, etc., que constituyan una atractivo en sí mismas; comprensión sobre la geología del lugar donde se encuentra la mina; conocer las características del mineral extraído y de los que conforman la estructura de la mina, sus aplicaciones y utilización por el hombre; conocer métodos mineros de prospección, exploración, extracción y beneficio de minerales, su complejidad y tecnología aplicada en cada procedimiento y conocer la cultura circundante a la actividad minera.
Estas características enunciadas pueden manifestarse en forma aislada o combinada, el carácter distintivo de ellas, nos determinará si es Turismo geológico o Turismo minero o la combinación de ambos.
Hace unos años, San Juan comenzó a dar los primeros pasos en el desarrollo de este producto turístico, mediante el trabajo conjunto de varios organismos, tales como la Dirección de Minería, el Segemar (Servicio Geológico Minero) y la Cámara Minera de la Provincia, quienes aportaron el sustento técnico específico para que el Organismo Oficial de Turismo pudiera poner en valor turístico este recurso. Así surgió el Circuito de "Rocas de aplicación y minerales no metalíferos”, en el departamento Albardón, teniendo como base a una de las empresas mineras más importantes de Argentina, en lo que a explotación de calizas se refiere, juntamente con las canteras de travertino de la zona. Esta prueba piloto tuvo un mesurado éxito, propio de aquellas actividades nuevas, en donde había mucho desconocimiento sobre el tema, al igual de lo que sucedió con un excelente proyecto referido a antiguas minas de oro sin explotación (Grupo Minero Marayes), que el tiempo y otras causas fueron enterrando en el olvido.
Hoy tenemos otra realidad, existen minas en explotación, otras en exploración, el tema minero está inserto en la comunidad (independientemente de la postura a favor o en contra que se tenga), por lo que creo que lo que fue un desafío hoy puede ser una realidad, considerando que el turismo es una excelente herramienta que nos permitirá conocer y entender mejor a la actividad minera.
Seguramente ello nos ayudará a entender como el paisaje puede ser un libro abierto para comprender el origen de la tierra y de la vida.