Herenia con un tejido con el cual obtuvo premios internacionales para San Juan.


Ganó premios nacionales e internacionales con una técnica especial de tejido que le enseñó su madre. Tiene en las paredes de su casa diversos cuadros como reconocimiento y premios por sus trabajos. Uno de ellos es un diploma del Senado de la Nación. También le regaló, en nombre del pueblo de San Juan, un poncho al expresidente, Néstor Kirchner. Luego de ganar el premio de la Unesco por sus trabajos artesanales que representaron a la Argentina, la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), le edificó una casa para que pudiera vivir de manera digna, allá por el año 2001. Tantos galardones fueron ganados por una mujer que vive sola, en medio del campo, rodeada de médanos, arbustos de distintas clases donde predominan los algarrobos. Y, como si fuera una señal de la vida, nació un 8 de marzo, fecha en que se celebra el 'Día Internacional de la Mujer'', hace 79 años. Su nombre es Herenia Moyano Reta, una mujer que hace patria en un lugar remoto como inhóspito. Es una mujer ilustre en el departamento. Pero que a la vez, necesita más apoyo, como los demás puesteros de la región. En medio de tantas adversidades que ofrece la naturaleza y el vivir sola, la mujer muestra una gran valentía y confianza en Dios. Para llegar hasta la casa de Herenia hay que salir de la Ruta Nº 20 al puesto de la Bandurria, en la Ruta 20, Km 525, La Chimbera, 25 de Mayo, a unos 20 kilómetros de El Encón. La huella está flanqueada por arbustos de distintas especies y animales silvestres que huyen al escuchar el ruido que provocan los seres humanos con sus vehículos. De ahí andar unos 8 ó 10 kilómetros en medio de médanos que desemboca en su casa.


Herenia es la menor de 9 hermanos. De ellos, 6 varones y tres mujeres. El destino quiso que ella se quedara sola. Su femeneidad está a flor de piel. Su hablar es dulce, con las palabras justas y unos ojos claros donde se refleja el cielo. Ella no es de las que tienen miedo. Conoce cada detalle del campo, suele caminar muchos kilómetros acompañando a sus cabras y ovejas a las aguadas que las lluvias del verano suelen formar. En su casa había hecho algunos comederos para que los benteveos fueran a comer. Cada mañana las aves alegraban el despertar de Herenia. Pero los cazadores furtivos, se encargaron de ponerles trampas y cazaron a los pájaros. Lo mismo sucede con las cabras, que muchas de ellas suelen ser víctimas de estos depredadores. Su compañía es la radio. No mira televisión porque "solo engancha'' un canal de Mendoza y prefiere escuchar música folclórica en un programa radial de San Juan que conduce Pascual Recabarren. Herenia dice que es feliz, pese a vivir sola, porque Dios está con ella y sus animales que le llenan la vida. Tener salud y trabajar para mantenerse, eso es vivir. "Para la gente de ahora trabajar es cosa de viejos'', sentencia, la mujer que hace patria en medio del desierto.