Central de Atucha I.

El flamante ministro de Energía, Javier Iguacel, está dispuesto a encarar una profunda reforma en la política nuclear de la Argentina y buscará generar confianza en el exterior para atraer más inversores.


Con este objetivo hace unos días este funcionario viajó a Washington, donde se reunió con su par de Energía de la administración de Donald Trump, Rick Perry. Iguacel también coincidió en Washington con Rafael Grossi, el embajador en Viena y miembro de la Organización del Tratado de No Proliferación Nuclear, con quien compartió parte del plan de reformas que quiere llevar adelante en el área de energía nuclear en la Argentina.


El plan en cuestión pone foco en la investigación, desarrollo e innovación a la política de energía nuclear del gobierno. De esta manera, se prevé que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) lleve adelante un programa de innovación como el que tuvo en los años 60, 70 y 80. Entre los ejes de esta reforma en la CNEA se buscaría cambiar la actual estructura, para que sea más liviana, más flexible y pueda cambiar los temas que trabaja con rapidez, que es esencial en ciencia y tecnología.


Además se pretende convertir a la CNEA en una estructura más asociada a un instituto de tipo privado, pero de propiedad estatal. Se buscaría, así, un subsidio base para financiar la estructura y el resto de los fondos estarían ligados a cada proyecto en particular.


En este sentido, se trabaja sobre la idea de que haya en la política de energía nuclear del gobierno el aporte del Estado nacional pero también de las provincias, los municipios o el sector privado.


Por otro lado, el esquema que evalúa el Ministerio de Energía para la CNEA es el de cambiar la estructura de recursos humanos. Actualmente es un organismo con poca flexibilidad, tiene mucha gente a la que se le paga poco. Para eso se prevé una discusión sobre la capacidad interna del personal. Se buscará darle autonomía a este organismo vector de la energía nuclear en la Argentina para que las autoridades de la propia CNEA puedan tener un monto de dinero y decidir libremente, aunque dentro de la ley, cuánta gente quieren tener y cuánto quieren pagarle. Dentro de sus recursos, se tratará de poner los incentivos para que se tomen decisiones a la vez eficientes y responsables.


La idea es que la CNEA deje de ser exclusivamente nuclear, que haya un empoderamiento a las autoridades de ese organismo internamente, y a la vez, se aumente la responsabilidad de ésta frente al gobierno.


En esta misma línea del plan de reformas se analiza focalizar la política de energía nuclear en inversión y desarrollo para dejar de distraer su atención en actividades y plantas industriales tecnológicamente amortizadas. Los grandes proyectos podrían ser transferidos a empresas del Estado o incluso a la inversión privada.


De esta manera, los nuevos planes de Iguacel prevén que NASA o la CNEA no dependan más del Tesoro nacional, para lo que se está trabajando en generar un marco legal.

Por la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica) 

Organismo dependiente del Ministerio de Energía y Minería.