El modelo estándar de la Física de Partículas, sostiene que la materia que conforma todos los objetos del Universo, está hecha de partículas elementales que poseen Masa. Predice cuáles son esas partículas y las fuerzas que actúan entre ellas.
A fin de explicar el origen de la masa de estas partículas, el belga Francois Englert y el americano-belga Robert Brout, en 1964, formularon la existencia de una partícula que posibilitaba el origen de masa en otras. En esa misma década de los 60, el escocés Peter W. Higgs, en forma independiente, postuló la existencia de un campo extendido en el espacio, en el que se movían "’como peces en el agua”, escurridizas partículas a las que dio el nombre de Bosón (partícula elemental llamada así en honor al físico indio Satyendra Nath Bose) de Higgs.
Cuando al campo que según él, permea el Universo, ingresan partículas subatómicas (o sea las que forman los átomos llamadas electrones, protones y neutrones), friccionan con los bosones y se produce una resistencia al desplazamiento que las hace adquirir masa. A mayor fricción, mayor resistencia y por ende, mayor masa. Dicho de otro modo, las partículas elementales sin masa que ingresan al campo, lo hacen como "’paquetes de energía”, pero al interactuar con los bosones, adquieren masa y se transforman en "’paquetes de materia”. El bosón de Higgs, por lo tanto, explica, la formación de la materia que conforma todos los objetos del Universo, desde los grandes planetas y estrellas, hasta el más pequeño insecto, pasando por todos los seres vivos y nosotros mismos, los seres humanos. Si esas partículas no adquiriesen masa al interactuar con los bosones, todo volaría a la velocidad de la luz. Pues la luz también atraviesa el campo postulado por Higgs. Pero los fotones que la constituyen, no interactúan con los bosones y se desplazan más rápidamente. Las partículas subatómicas, al hallar resistencia en los bosones y adquirir masa, viajan más despacio que la luz.
Por hacer posible la existencia de Universo, dando masa a todas las partículas que existen en los objetos que lo conforman, al bosón de Higgs, se lo llama "’Partícula de Dios”.
A Higgs le disgusta esta denominación. Considera que su teoría intentó explicar el origen de la masa de esas partículas pero nunca confrontar con creencias religiosas.
Lo cierto es que el bosón de Higgs es el eslabón que faltaba para comprender la parte visible del Universo. O sea todo lo que está iluminado. Una gran parte, del 70 al 95 %, está formado por energía oscura y corresponde al espacio vacío, muy difícil de estudiar. Actualmente, los físicos están abocados a estudiar las supernovas, que explotan, brillan intensamente y desaparecen. O sea de partículas visibles pasan a invisibles. Es decir a energía oscura. El problema es que las supernovas son escasas, por lo que los estudios demandarán muchos años y el esfuerzo coordinado de científicos de todo el mundo.
Por ahora, en Julio de 2012, los físicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), usando el Gran Acelerador y Colisionador de Hadrones (LHC), inaugurado en 2008 en Ginebra (en la frontera franco-suiza), confirmaron haber hallado una partícula que coincidía con la descripta, hace seis décadas, por Englert, Brout y Higgs. En 2013, con el doble de datos, se consideró que la partícula era compatible con el bosón de Higgs.
El hallazgo de la partícula se ha hecho merecedor al Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2013. La revista "’Science”, lo reconoció como "’Investigación del Año” y hace poco la Real Academia Sueca de las Ciencias (Karolinska), reconoció en Estocolmo a Higgs de 84 años y a Englert de 81, con el Premio Nobel de Física. Brout falleció en 2011.
El Premio Nobel de Física es uno de los cinco galardones instituidos en el testamento del magnate sueco inventor de la dinamita, Albert Nobel. Está dotado de 8 millones de coronas suecas (unos 922.000 euros) y se otorga anualmente.
Seis veces se lo ha declarado desierto. Sólo dos mujeres lo han ganado: María Curie en 1903 y María Goepper Mayer en 1963. Albert Einstein, artífice de la Teoría de la Relatividad, lo ganó en 1921 por el efecto fotoeléctrico.
Cuando en 2015 se ponga nuevamente en funcionamiento el Colisionador de Hadrones ó partículas subatómicas, miles de investigadores de 34 países y cientos de Universidades, se involucrarán en el trabajo apasionante, de conocer un poco más sobre el origen y destino del Universo. Durante 20 meses se lo ha parado, para adecuarlo a funcionar con mayor energía. Se aumentarán las colisiones, para predecir partículas en mayor cantidad y estudiarlas más profundamente, incluyendo la energía oscura. Ese es el gran paso que se pretende dar con el uso del potente Colisionador.
El trabajo paciente, perseverante, muchas veces silencioso y más que nada, generoso con las generaciones futuras, de todos los que eligen la investigación científica, como camino de sus vidas, merece ser divulgado y reconocido.
(*) Licenciada en Bioquímica.
