Momentos antes de que fuera publicada el jueves y retirada horas después con las disculpas del caso, el director del El Mundo, diario de la competencia, Pedro J. Ramírez, anunció por Twitter que su sala de Redacción había rechazado pagar por la misma foto y pese a que consideró su publicación sin la verificación necesaria, decidió no publicar debido a consideraciones éticas.

El diario El País dijo que abrió una investigación para deslindar responsabilidades, pero lo que no se entiende es que teniendo unos de los libros de estilo de referencia del periodismo mundial, que exigen verificación y precisión, dos valores ineludibles del buen periodismo, haya decidido publicar sin saber a ciencia cierta si se trataba o no de una foto sobre el líder venezolano.

Las explicaciones de que la foto fue provista por la agencia Gtres Online por cerca de 15 mil euros, que advirtió que la foto había sido tomada por una persona siete días antes pero que ya había salido del entorno médico de Chávez y que no se podía verificar nada para no poner en riesgo a la fuente solo puede ser excusado bajo el argumento de que quienes tomaron la decisión de El País creyeron que la fotografía ofrecía algo de luz a un tema tan oscuro.

Creo que las consideraciones éticas sobre si se debe publicar una foto de ese estilo aunque fuera verdadera y hubiera sido posible verificar su autenticidad, pueden quedar a discusión, ya que si bien podría no ser adecuado en otros casos, el hermetismo sobre la convalecencia y suerte de Chávez, un personaje público de gran relevancia en el contexto mundial, podrían justificar la publicación. Es, de todas maneras, una decisión que seguramente fue tomada a conciencia, asumiendo los riesgos que existirían.

El mayor riego es el de la credibilidad y confianza del público, no hay riesgos legales como trata de hacer ver el gobierno de Venezuela que dijo que intentará demandar al diario por el mal causado a los venezolanos y los familiares del líder. Tampoco se trata de un sabotaje de la prensa internacional, como dijo la presidente Cristina de Kirchner, como si El País hubiera tenido la intención o alevosía de hacerlo a sabiendas de que la foto era falsa.

En todo caso, el mal criterio del diario y de ahí viene la buena intención fue remendado media hora después de su publicación después de verificar que la foto no era de Chávez ni reciente, sino una toma digital de un video en YouTube de años atrás.

Como adelanté varias veces, la salud de un Presidente es de interés público y el gobierno tiene la responsabilidad de informar al público, no hacerlo es, además, una violación a la Constitución de Venezuela. Si el gobierno venezolano informaría con la verdad, este tipo de rumores y falsedades no tendrían por qué ocurrir.

Todo esto no exonera para nada al periodismo cuyas obligaciones van por dos andariveles: una que es ética, que tiene que ver con el por qué publicar una foto de este tipo y por qué no verificar hasta la última instancia para hacerlo. Pero, la responsabilidad más importante, es qué el periodismo tiene el deber de investigar para sacar la verdad a flote, y desde que Chávez se enfermó hace dos años atrás, el periodismo solo se ha quedado con la verdad oficial.