A pesar que el Gobierno nacional se propuso, con variados argumentos, disminuir los subsidios a la energía y al transporte, en el último trimestre se ha observado a partir de informes oficiales como de estudios específicos, que los mismos han experimentado una fuerte suba.
Con un nuevo enfoque macroeconómico, que apuntaba a reducir los subsidios, la realidad de la economía, ha devuelto una imagen que no coincide con los resultados proyectados. Por lo tanto no parece tan fácil de resolver el tema subsidios sobre todo teniendo en cuenta que su abordamiento y diagnostico se hizo basándolo en una sola variable, tal como lo encaminó el gobierno. Por el contrario la realidad está demostrando que se trata de calibrar un complejo de factores que exigen una ecuación de equilibrio complejo para reducir el margen de error. En efecto, solo en julio/2018 los subsidios crecieron 246,9% interanual, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), y midiendo el periodo de mayo a junio 2018 el incremento fue del 290,8% en subsidios a la energía y una suba de 135% en subsidios al transporte. El gobierno tomo como variable de compensación del mayor costo energético la suba de la inflación dejando afuera o no reflejando adecuadamente el impacto en la tarifa de otra variable clave y crucial como es el tipo de cambio. Por eso y a pesar del aumento tarifario, igualmente quedó en rojo al momento de solventar los gastos integrales en punto a la disposición de lo necesario para hacer funcionar el sistema energético, a través del rol de Enarsa y Cammesa. Es decir, el aumento de la tarifa resultó insuficiente para recuperar los costos y la baja de los subsidios que había logrado el año pasado, por eso quedo en déficit al momento de suministrar viabilidad al sistema de energía, porque hay costos de generación etc., que responden en el nivel de su valor a lo que varíe en mas o en menos el tipo de cambio.
"El aumento de las tarifas resultó insuficiente para recuperar los costos y la baja de los subsidios logrado el año pasado…”
Según el informe citado en la ley de presupuesto para este año se proyectaron transferencias a Enarsa (Energía Argentina SA) por un equivalente a $12.727,3 millones para "financiar erogaciones destinadas a solventar la diferencia entre el precio de importación del combustible y el precio del mismo en el mercado interno. A julio, las partidas devengadas por Enarsa equivalen a $12.886 millones, lo que implica una sobre ejecución de la partida presupuestada (101%) y registran un crecimiento igual al 129%", resaltó el informe del Iaraf. El panorama no resulta para nada alentador, porque la capacidad de absorción del ingreso de las familias no puede soportar ni medianamente al aumento de la tarifa de los servicios públicos cargada por la sola actualización por la inflación, imaginemos lo que sería adicionar a esa actualización lo que provenga de los aumentos de costos originados por la devaluación del peso en relación a la divisa extrajera. Por ahora, el gobierno, no ha trasladado a la tarifa el costo de la devaluación que se disparó recientemente, por eso ha decidido solventarlo mediante el aumento de los subsidios descriptos por los especialistas.
Y en cuanto a los subsidios al transporte, a julio de 2018 se reconoce una necesidad de fondos adicionales por $23.817,5 millones, lo que equivale a un crecimiento interanual de contribuciones en torno del 31,3%, según el instituto precitado.
Se observa que no ha resultado suficiente su valor final para recuperar los costos, y por eso el gobierno se ha visto por propia praxis forzado a no sólo mantener los subsidios, sino, a aumentarlos en relación al año 2017. Habrá que ver cuál es el camino que se toma en relación al pretendido déficit cero anunciado para el 2019.
Por el Dr. Mario A. Luna y Fabián Núñez
Expresidente y exsecretario del Concejo Deliberante de Jáchal, respectivamente.
