Pintura que recuerda a San Martín entre los 11 y 20 años, período en que estuvo educándose en España.

En el pintoresco pueblo de Yapeyú- actual localidad de la provincia de Corrientes- nació el 25 de febrero de 1778, hace 243 años, José Francisco de San Martín. Esta lejana localidad correntina, fue el lugar donde destinaron a su padre, don Juan de San Martín, militar castellano, como teniente gobernador. Los historiadores narran que las autoridades españolas decidieron que este soldado era el candidato ideal para esta función, debido a que reunía una serie de requisitos: su férrea salud, poseía una familia ejemplar y además su esposa, doña Gregoria Matorras, estaba embarazada. La fuerte mujer, nacida en la localidad española de Paredes de Nava, no recibió con total beneplácito la noticia del nuevo puesto de su esposo, entre otros motivos por el clima, el cual, dado su estado de gravidez, no le sentaría del todo bien. Sin embargo, el esmerado cuidado de las comadronas españolas y las indias la llenaron de reposo y afecto. En estas circunstancias nació Justo Rufino, tercer varón del matrimonio. Previo de cumplirse el cuarto año en Yapeyú, "las nativas que ayudaban al cuidado de los hijos del gobernador, y muy especialmente la india Juana Crisataldo, advirtieron, según el historiador Agustín Pérez Pardella, que "la panza de la señora anunciaba felicidad''. En su nuevo embarazo, doña Gregoria se sintió colmada de los cuidados y el cariño que los agradecidos vecinos le prodigaban en cada paseo que realizaba con su abultada panza, cortejada por su magnífica prole. El 25 de febrero de 1778 la joven madre dio a luz a su quinto hijo. El clérigo dominico Francisco de la Pera fue el responsable de la inscripción de rigor. El día de bautismo de José Francisco, los ocho mil habitantes de Yapeyú, indios, mestizos y españoles, testigos de aquel embarazo, festejaron alborozadamente el suceso. A posterior y llegado el año 1781 la familia íntegra se embarcó rumbo a España a bordo de la fragata Santa Balbina. Ya en la península y luego de algunos años, el futuro Libertador se educó en uno de los mejores colegios de España, el de Nobles de Madrid. En el liminar año de 1789 se incorporó al Regimiento de Murcia de infantería. Estos acontecimientos -la invasión del ejército napoleónico- fueron determinantes en su futuro accionar. Comenzó a imbuirse de la política europea, analizándola principalmente en relación a América. Comenzaron sus reuniones en sociedades secretas. Luego combatir heroicamente en España en casi 31 combates, como en Arjonilla y Bailén, batalla en la que fue ascendido a teniente coronel y condecorado con medalla de oro; solicitó su retiro del ejército real. En 1812 llegaba a Buenos Aires, con ideas claras de lo que tenía que hacer. "Sigo el destino que me llama'' dijo en una ocasión. 

Por el Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia