Estuve con "’Silvito el libre”, durante una visita del joven rapero a Miami, y le pregunté sobre una de las canciones de su grupo, titulada "’Háblame”. La canción dice, entre otras cosas, que Cuba es un país sumido en la tristeza, donde la seguridad del Estado persigue a los ciudadanos, y donde el comunismo sirve a los intereses de unos pocos. "’Definitivamente, la mayoría del pueblo cubano está sumido en la tristeza”, me dijo Silvito. "’Porque el cubano ha cambiado mucho, ha perdido la alegría, muchos han perdido la esperanza”.
Yo esperaba que Silvito agregara la desesperanza en Cuba se debe al embargo comercial de EEUU -muletilla del régimen para explicar todos los males-, pero Silvito ni siquiera lo mencionó. Dijo que los cubanos son un pueblo triste porque "’se sienten pisoteados todos los días por la policía, por el gobierno, por las leyes, por todo”. Le pregunté qué dice su padre sobre sus opiniones políticas, y me dijo que Silvio Rodríguez "’es una persona muy libre y muy abierta”. Silvito agregó que el profesa su sentimiento, y yo profeso el mío”.
Silvito me contó que tanto su madre como muchos de sus amigos han sido acosados por la policía secreta. Por no ser miembro del sindicato oficial de artistas, no puede cantar en conciertos masivos. ¿Tú eres una excepción entre los jóvenes cubanos?, le pregunté, refiriéndome a su postura política. "’No, para nada. La juventud cubana completa, o casi completa, piensa igual que yo”, respondió. "’La juventud cubana es víctima del abuso de la policía, de la separación de sus familias por el exilio Florida, y sabe lo que es vivir en Cuba y salir para la calle sin desayunar, y montarte en una guagua (bus) para llegar a un trabajo donde alguien te maltrata, para cobrar prácticamente nada”.
Le comenté que, después de 54 años de gobierno totalitario y con una de las censuras de prensa más rígidas del mundo, se podría suponer que la mayoría de los cubanos -especialmente los nacidos después de la revolución de 1959- ya estarían bien adoctrinados. ¿Por qué no funcionó el adoctrinamiento gubernamental?, le pregunté. "’Hasta hace un tiempo yo creo que sí (que funcionó,) porque todavía hay personas que creen en esa revolución. Pero desde hace un tiempo para acá la gente se ha ido despertando. Porque ya ha sido mucho, ¿entiendes?”.
Los nietos de la revolución cubana están hartos de que les mientan, los repriman y los censuren, y cuanto más se demoren los hermanos Castro en permitir que Cuba se abra al mundo, tanto más anticomunista se hará la juventud cubana. Tal como me dijo Silvito: "’Ya ha sido mucho, ¿entiendes?”.
