Cuando hablamos de todos los atractivos que ofrece San Juan, especialmente aquellos vinculados a la vida al aire libre, no podemos dejar de mencionar un lugar emblemático: La Quebrada de Zonda, donde se emplaza el Parque Federico Cantoni un sitio ideal para el relax, donde también se pueden realizar variadas actividades, en un ámbito muy cercano a la ciudad Capital de San Juan que, de acuerdo a lo anunciado, va a ser sometido a un proceso de recuperación debido a que en estos últimos años ha carecido de un debido mantenimiento.


Partiendo de que no toda la gente conoce la historia de la centenaria Quebrada de Zonda, especialmente las nuevas generaciones, comentaré que en una época difícil para Europa llegaron a nuestra provincia una gran cantidad de inmigrantes, la mayoría de ellos eslavos, que fueron contratados para la construcción de escuelas, caminos, obras hídricas, sitios de recreación y trabajos en piedra, en lo que eran especialistas. Esto coincidió con la década del 30 en que en nuestro país y en nuestra provincia en particular se encaraba la realización de grandes obras públicas, como el ordenamiento de la ciudad y la construcción del Parque Rivadavia en la Quebrada de Zonda, con las llamadas Minas de Zonda, hoy todo este espacio denominado Parque Federico Cantoni. Complementaba esta obra el camino a Calingasta, ex Ruta 12.


El 25 de junio de 1925, la Cámara de Representantes sancionó la Ley 162, que declaró de utilidad pública el valle denominado "Quebrada de Zonda". El parque fue inaugurado el 11 de septiembre de 1932, en homenaje al Gran Maestro de América. Desde entonces el terreno con cerros y piedras se transformó en atractivo turístico de la provincia. Contaba con un cable carril que permitía el ascenso a distintos niveles del cerro, donde se podía transitar o sentarse junto a una mesa en asientos tallados en la piedra, y admirar el paisaje.


El Escudo Nacional del Jardín de los Poetas Ofelia Zúccoli de Fidanza -hoy muy venido a menos- fue una obra de arte realizada con diferentes vegetales que le dieron color y forma. Su riego se hacía por un sistema de acequias que garantizaban que todo el año estuviera florido.


Entre otros atractivos del parque están los libros tallados en piedra, ubicados en una de las terrazas, y cerca de la actual hostería la Cabeza del Indio a la que se puede acceder por una escalinata en la actualidad muy deteriorada o por algunos de los 7 caminos tallados en las montañas que se comunican entre si por un sistema de túneles. Uno de esos túneles, durante años, se utilizó como champagnera, única en el país y tercera en el mundo de estar dispuesta en un lugar de esas características que conserva una temperatura permanente de 18¦c.


Este parque, desde su construcción, fue el lugar de visita de todos los sanjuaninos para compartir en familia y con amigos. Los mayores tenemos el recuerdo de haber disfrutado este espacio turísticamente.


Este proyecto y obra de hace casi 100 años, fue siempre orgullo de los sanjuaninos y uno de los atractivos culturales más importantes, a los que con posterioridad se le agregaron otros atractivos como el autódromo Eduardo Copello, donde se realizó en varias ocasiones el espectáculo final de la Fiesta del Sol, la Hostería, el Sismógrafo Volponi y el museo Enstein.


No debemos dejar de destacar el aspecto histórico de este lugar, más allá de las obras de mejora que se realicen. La Quebrada tiene muchas connotaciones históricas, como que es el paso obligado para el sitio donde Domingo F. Sarmiento escribió la inmortal frase: "Bárbaros, las ideas no se matan".


Por María Teresa Forradellas
Licenciada en Turismo. Especializada en Turismo Cultural