El monumento en recordación al "carrerito sanjuanino'' en uno de los accesos a la Villa Santa Rosa.


A veces hace falta que a una persona le hablen acerca de sus cualidades, para que descubra el potencial que tiene y los desarrolle. Eso sucede cuando un visitante llega al departamento 25 de Mayo y empieza a recopilar historias hechas por los pobladores de antaño, lugares ricos para el desarrollo de sus habitantes, el trabajo creativo de su gente y una geografía que lleva a explorarla. Todo, está ahí, como un tesoro escondido, para descubrirla y mostrarla no sólo al resto de la provincia, sino al mundo. Una riqueza cultural que está como un genio dentro de una botella, con ganas de salir y que sea descubierta, para ser transformada en un potencial que le produzca riquezas incalculables con la llamada industria del turismo, que en el mundo entero deja millones de dólares en ganancias. Sólo es cuestión que los mismos veinticinqueños trabajen en el modo de ponerlo en la vidriera, a consideración del mundo.


Una referente de la cultura e historia local es la profesora de Arte, Gladys Otiñano. Ella cuenta que el solo hecho de llegar a Santa Rosa, la villa cabecera, se puede observar un símbolo de la historia del pueblo, 'El Carrero'', justo en la ruta 270 y Ramón Barrera, la principal del pueblo. Este hombre fue quien donó las tierras para que se formara el pueblo del cual nacería 25 de Mayo. Mientras, la ruta comunica al departamento con Caucete, 9 de Julio y parte de Rawson. Al lado del monumento al Carrerito, hay unas mantas hechas con diversos materiales en telar, por pueblos originarios, que durarán hasta que el paso del tiempo lo permita.


La historia dice que 25 de Mayo era zona de paso para transportar mercadería con esos carros gigantescos que pesaban hasta más de una tonelada, según cuentan los pobladores. En ellos transportaban todo tipo de mercaderías, como uvas, maderas y distintos tipos de alimentos, trigo, piedras. Los carros tenían patentes marcadas en una chapa allá en las últimas décadas del siglo XIX. Los carros con su carga eran tan pesados que las huellas quedaron compactadas en los caminos por donde se transitaba.


El porqué se llama Santa Rosa la villa cabecera, es porque la madre de Barrera, quien donó las tierras, era devota de Santa Rosa de Lima y su pedido era sólo ponerle ese nombre al pueblo. La imagen de la santa fue traída de Europa, como también las campanas. Llegaron a 25 de Mayo por el ramal Belgrano del Ferrocarril en 1927 aproximadamente. Todo esto es sólo el principio de las riquezas históricas y culturales de 25 de Mayo, porque además, hay puestos donde viven personas que le han dado y le dan prestigios a los trabajos artesanales de la zona como el artesano de origen huarpe, Nardo Morales, o Herenia Moyano, ambos galardonados con premios provinciales, nacionales e internacionales como la UNESCO. Y, no sólo eso, el departamento tiene emprendedores por todos lados que le apuntan a diversas industrias para poder ganarse la vida. Ahí están los fabricantes de vino casero, aquellas bodegas más arraigadas que le apuntan a la mayor tecnología, como también los diferimientos de pistachos. Todos, lugares como para hacer una gran ruta cultural, para dar a conocer al turismo, y también para los que quieran invertir en la zona.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO