Tras conocerse las cifras oficiales de la evolución económica mundial durante el último año, quedó confirmado un dato adelantado por las consultoras: China ya es la segunda economía del mundo, detrás de Estados Unidos, al superar a Japón en un cambio histórico.

Se trata del fin de una era, ya que durante casi dos generaciones, desde que Japón superó a Alemania Occidental en 1967, fue la segunda economía mundial y mantuvo la clasificación a pesar de las diferentes contingencias que afectaron a los mercados y finanzas globales. El ascenso de China y el declive de Japón como motores de la economía mundial plantea nuevas responsabilidades globales, aunque lejos del liderazgo estadounidense, ya que China y Japón juntos están por debajo del PBI alcanzado en 2010 por EEUU, de 14,6 billones (millones de millones) de dólares. Más aún, la economía japonesa se contrajo 1,1% interanual durante los tres últimos meses del año pasado, un período en el que China creció 9,8% frente a igual lapso de 2009. De esta forma, el PBI japonés se ubicó en 2010 en U$S 5,47 billones, o 7% inferior a los U$S 5,88 billones que China declaró el 20 de enero pasado.

El hecho de que la información marque el fin de una era no indica que el contexto económico mundial vaya a cambiar de un momento a otro, pero sí expresa el avance incesante de la nación más poblada del mundo, donde la población es igual de importante que la productividad y, además, el modelo político marca pautas sociales muy diferentes a la vida occidental.

Tampoco la relación de Tokio y Beijing plantea diferencias, aunque para unos sea de orgullo y cautela y para otros resignación. Ambas potencias se necesitan para seguir creciendo.