Pobre doña Rosa, la de cosas que debe soportar en la previa de una campaña. Para colmo de males, la verborragia desatada de la competencia electoral 2015 empezó antes, demasiado antes. Tanto oficialistas como opositores salieron esta semana a revivir y criticar la famosa teoría de +yo o el abismo+. Es decir, "Me pregunto si yo no hubiera ganado las elecciones de 2007 y 2011, si hoy tendríamos este Arsat", dijo Cristina Fernández luego del histórico lanzamiento del primer satélite producido en el país y sacando lustre al manual de +Cómo arruinar un buen anuncio político en pocos minutos+. Antes había levantado polémica un militante K al decir que si ganaba la oposición los enfermos de HIV se iban a morir porque no conseguirían medicamentos. Y más atrás en el tiempo fue el gobernador cordobés José Manuel De la Sota quien advirtió acerca de la supuesta posibilidad de saqueos a fines de año debido a la mala situación económica. Hay que decirle a la famosa doña Rosa que así transcurre la retórica política en este país, donde parece que a nadie le importa cuál es el impacto de las palabras en la gente que mira TV o lee los diarios. Ojo muchachos políticos, porque las encuestas hasta ahora demuestran que la gente está premiando la seriedad, no la permanencia en los medios.
Sólo para dar algunos ejemplos más y acribillar dudas: la senadora nacional Silvia Elías de Pérez presentó una denuncia contra el gobernador de Tucumán, José Alperovich, quien a tono con el ultra K Alejandro Freyre, deslizó que si no se +cuida+ el proyecto podrían "faltar remedios en los hospitales". Es probable que no ocurra lo que dice el tucumano, o también es posible que sí. Lo que no es correcto asegurar, mucho menos en la previa de una elección, que si gana el adversario político la Argentina la va a pasar mal, porque de hecho es muy probable que si la gente vuelve a elegir al Frente para la Victoria, también se la pase mal. El jefe de bloque de diputados del Frente Renovador y aspirante a la Gobernación bonaerense, Darío Giustozzi, lamentó que "el conjunto de la dirigencia oficialista" esté "en el rincón del fundamentalismo ultra K". "Este es un período de atropello y descalificación, el más chavista del gobierno, este período de chavismo K…+, sentenció. +Es el reino del revés, los que agitan el miedo son los que a principios de año estaban diciendo que el país se iba al diablo, que iba a haber hiperinflación, que nos íbamos a quedar sin reservas, que no íbamos a acordar con Repsol ni con el Club de París, que iba a haber elecciones anticipadas+, sostuvo eufórico el gobernador de Buenos Aires y precandidato presidencial Daniel Scioli quién, dicen, está tratando de volver a defender al kirchnerismo, para no enemistarse más con ese voto y al fin lograr la +bendición+ de Cristina a la hora de la elección de candidatos.
Se nota a lo lejos que muchas veces los precandidatos se hacen eco de esas declaraciones por no desaparecer de los programas de chusmerío político, suponiendo que eso los hará permanecer en la cabeza de los votantes. Esa fórmula tiene varios errores y algunos muy cercanos: Mauricio Ibarra, por ejemplo, hizo una excelente gestión municipal en Rawson, pero no supo levantar el pie del acelerador a tiempo. Se estrelló en su propia retórica de confrontación. La gente sólo recibía mensajes negativos y lo terminó asociando a problemas y no a las soluciones. En la otra vereda, para reafirmar un poco más la teoría, se puede decir que están Marcelo Orrego, Fabián Martín, Cristian Andino o Daniel Molina. Quienes suelen ser aburridísimos para el mundo periodístico, porque no dejan declaraciones jugosas, no se enfrentan a nada ni a nadie, son disciplinados y correctos en su forma de comunicarse y relacionarse. Todos por una u otra cosa, están bien en las encuestas, la gente los prefiere. Entonces, ¿serán los políticos que vienen? Es muy probable. Ojo, a ninguno de ellos hay que quitarle el mérito del trabajo que, en mayor o menor medida, también lo tienen.
Otra Rosa, en este caso Montero, periodista y escritora española, sintetizó a la Argentina maravillosamente en una entrevista con el diario El Cronista +Tenéis una cosa muy brillante, creativa, intelectual y, al mismo tiempo, muy destructiva. Es un país inmenso, riquísimo, ¿qué pasa que no termina de cuajar? ¿Será, quizá una cuestión de las clases dirigentes, que no hayan tenido el nivel suficiente? ¿No tenéis todas las papeletas para ser un paisazo y estáis siempre con un pie en el abismo?+ Sí, definitivamente.