En la provincia de Cotopaxi, cantón de Pujilí, en Ecuador, se realiza una festividad llamada "la fiesta del pase del Niño de Isinche'' equivalente a Reyes.


Como otras tantas festividades religiosas católicas, el mágico día de reyes es vivido y festejado plenamente por los pueblos de Latinoamérica. El relato bíblico de la larga marcha de aquellos reyes de oriente, siguiendo el sorprendente rumbo de la estrella de Belén, ha sido incorporado parcial o totalmente, a la cosmovisión de los diferentes pueblos originarios o a los grupos sociales portadores de la cultura africana. Como sucede con el amplio sistema de creencias, esta historia sagrada ha sido fusionada con las tradiciones particulares de cada etnia, dando lugar a conmemoraciones muy típicas y coloridas, que encierran variados significados. Un caso representativo es el festejado en  la provincia de Cotopaxi, cantón de Pujilí, en Ecuador. Aquí se realiza una festividad llamada "la fiesta del pase del Niño de Isinche'', una celebración enmarcada  dentro de los rituales navideños. El "Niño de Isinche'' es una imagen del Niño Jesús que se encontró en el siglo XVIII. En uno de los rituales participan unos llamativos personajes que son 3 reyes: el rey ángel, el rey embajador y el rey mozo. Todos ellos lucen llamativas ropas de colores confeccionadas con telas de espejos. Estos reyes son niños o adolescentes que participan en una procesión, montados en hermosos caballos, también ataviados coloridamente junto a lo caporales, chinas y payasos. Los reyes  le ofrecen sendas loas al Niño Jesús y simultáneamente lanzan numerosos globos al cielo. También en parte del Paraguay y la zona del litoral argentino existe una celebración muy emblemática. Tal festejo se remonta a la época colonial y tiene que ver con el aporte cultural de la cultura africana originaria del Golfo de Guinea. Este fiesta es una especie de veneración a los Reyes Magos, orientada a Baltasar, rey negro. El investigador Norberto Cirio ha estudiado durante años este culto y nos ha brindado importantes consideraciones.  Un rasgo de esta veneración y su respectiva fiesta es que se exterioriza a través de una danza celebratoria - religiosa llamada "charanda o zemba'' Es una danza muy particular que la bailan parejas, llamadas "dama'' y "damo'' o promeseros. Tal baile, junto a cánticos con vocablos españoles, guaraníes  o de origen desconocido-  se realizan como una especie de súplicas o agradecimientos a Baltasar. Dichos pedidos tienen en general tres propósitos. Pueden ser para agradecer o solicitar "favores'' a Baltasar, para que espíritu "baje'' a su imagen o para detener tempestades que suelen azotar la región. Igualmente en toda la zona andina, especialmente en las provincias argentinas del noroeste existen celebraciones en las que las clásicas ofrendas traídas por los reyes: oro, incienso y mirra han sido suplidas  por  regalos afines a esta cultura tales como arrope o ponchos blancos de lana de alpacas.

Por el Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia