Al abordar el tema de la verdad estamos en presencia de uno de los más importantes por el que el juicio del hombre transita. Sin embargo, tenerlo presente no significa que el mismo produzca una reflexión permanente. Por otro lado, cuando hablamos de la realidad decimos de ella que es verdadera frente al ser que aparece. En los demás casos decimos de una proposición o de un enunciado, que es verdadero. La verdad es concebida como realidad o descubrimiento del ser que se encuentra oculto por el velo de la apariencia. La opinión sería una afirmación con menor evidencia que la verdad. Del latín "'opinio'', una opinión es un juicio que se forma sobre algo cuestionable. La opinión también es el concepto que se tiene respecto a algo o alguien. Por ejemplo: - Pedro: "'En mi opinión, la Constitución Nacional representa la autoridad sobre el poder''.

Para la filosofía, la opinión es una proposición donde no se tiene la confianza total sobre la verdad del conocimiento. Esto supone que la opinión admite la posibilidad de error ya que no hay evidencia plena. En este sentido, la opinión sería una afirmación con menor evidencia que la verdad de una certeza. La opinión, de todas maneras, suele asociarse a los juicios subjetivos. La frase "'Este automóvil tiene cuatro ruedas'' no es una opinión ya que puede contrastarse frente a la realidad del coche. En cambio, una frase del tipo "'Este es el mejor auto de la actualidad'' es una opinión debido a que depende de la subjetividad de la persona.

En nuestros días, de éste Siglo XXI, parecería que la verdad ha obtenido el rango de la opinión, no por su carácter subjetivo, sino por su "'duración o permanencia'' en los valores que rigen la vida de las personas, pues en muchos casos "'la verdad se ha tornado efímera'', dura tan sólo un día y luego cae en el olvido. Juzgaría que la verdad para permanecer necesita ser patentizada todos los días. En este sentido, la tarea del educador, es de mayor compromiso ya que junto al conocimiento se la debe procurar.

Por otra parte la verdad está asociada al concepto de autoridad ya que como facultad, una persona que ejerce los destinos de otra hará su demostración que requerirá de un esfuerzo y respeto por las normas o reglas de convivencia. El concepto de autoridad a su vez, se opone al de poder pues la capacidad de hacer o la fuerza de dominar, no otorgan autoridad, sino nada más que el simple consentimiento por ejecutar algo. Diremos entonces que la autoridad supera al poder porque lejos de incluir la cuestión personal o subjetiva, está el imperio de los límites que impone la norma. En este sentido se plantea una cuestión de orden.

La verdad efímera en su concepción lo es porque no se pudo sostener o bien cae ante cualquier planteo subjetivo. Por otra parte, la verdad es sustentable cuando se apela a su estabilidad, firmeza y seguridad, atributos que sólo la norma y los principios pueden reconocer.

Los medios que influyen nuestras concepciones pueden variar un sinnúmero de veces, pero acaban siempre por, interferir en nuestras decisiones. La marcha del mundo se puede comparar al curso del un río, éste arrastra todo cuanto a su paso se interponga, siempre un poco más o menos, mientras que solo una menor parte, la más firme o de mayor peso, persiste estable sin alteración alguna . En la vida social ocurre de igual forma sólo unos pocos pueden evaluar sostener la verdad, apoyándose en el conocimiento y el orden, mas el resto es devorado por la masividad del poder que sigue inexorablemente su destino.

¿Es posible que la verdad ante el permanente parecer pueda develar y descubrir lo oculto? ¿Qué libertad correrán quienes aman el conocimiento? La lucha del hombre a través de la historia por echar luz a las sombras ha significado grandes sacrificios y ha requerido de grandes esfuerzos. Nuestra sociedad, ¿está preparada para reconocer la verdad como tal y darle continuidad a los valores sin alterar su orden? Cuantos desafíos tiene el hombre de hoy, pues este mismo el de llegar al mismo hombre mañana será olvidado. Por ello el anhelo de permanecer en la verdad, persistir en ella, de lo contrario será efímera durara tan sólo un día o tal vez menos hasta desaparecer. Si nuestra opinión no es tenida en cuenta al menos sostengamos la verdad.