Muchos intérpretes del campo popular han elegido la vestimenta sobria, algunos la gauchesca. Actualmente un grupo folklórico ligado al formato musical del rock, Los Tekis, visten muy formalmente.


Es sólo una opinión y seguramente ha de haber otras. El tema de la nota, si bien no es esencial, creo que tampoco es desechable. Considero que el vestuario, sobre todo en la música, la danza y el teatro, integra la exposición del arte ante la gente. Creo que no es lo mismo un artista bien vestido que quien se presenta desaliñado. No es útil entrar en la polémica sobre qué es estar bien vestido en un escenario; todos podemos apreciarlo desde una perspectiva lógica y estética. El arte es esencialmente belleza y todo lo que colabore con ese valor lo enriquece.


Hace algunos años a esta parte que en todas las expresiones musicales algunos artistas acostumbran a presentarse, incluso en escenarios que tradicionalmente son de gala, vestidos de cualquier modo: musculosa, pantalones agujereados, shorts, zapatillas en malas condiciones, etc. Creo que esta moda proviene de tomar principios y códigos del rock, música en la cual pueden ser legítimos, porque ella, desde sus comienzos, se funda en la rebeldía a lo establecido, en lo informal, en la libertad; por esas razones el modo de presentarse ante la gente tiene un componente de informalidad y, por lo tanto, justificación artística y cultural; pero en otros géneros, a mi humilde criterio, esto puede ser inapropiado, injertado artificialmente. Incluso, ya se ven muchos rockeros, sobre todo algunas bandas uruguayas y varias argentinas, que hoy se visten de modo más prolijo. 


Dejando de lado el estilo del rock, que, considero que cualquier escenario debe ser honrado de diversos modos; no sólo con la calidad del arte que se sube a él sino con la estética que asume el artista y hasta con los mensajes verbales que emite. Siempre pensé que si uno no tiene que decir algo interesante, es preferible exponer su arte sin mensajes adicionales. Resulta grato que un músico despliegue en su concierto exclusivamente su música y no la interrumpa con alguna humorada para la que no tiene mucha gracia o con un discurso que no aporta al espectáculo.


Muchos intérpretes del campo popular han elegido la vestimenta sobria, algunos la gauchesca: Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Las Voces del Alba, Los Tucu Tucu, etc.; otros el traje o el smoking: Los Quilla Huasi, Los Andariegos, Los Indios Tacunau, quizá al modo de los cantantes de tango o líricos. Y actualmente un grupo folklórico muy ligado al formato musical del rock, Los Tekis, visten muy formalmente, los vemos en la imagen que ilustra esta nota.


Nadie es artísticamente más valioso por el modo como se presenta vestido ante la gente; pero la estética es un valor que puede colaborar con la belleza de la expresión, puede enriquecer la presentación y dar señales de buen gusto que se desea compartir con quien ha venido a vernos, ese conglomerado de expectativas, corazones y emoción por el cual somos seres agraciados, privilegiados que tenemos el don de comunicar algunas virtudes, emocionar y al fin ser adoptados por la gente.

Por el Dr. Raúl de la Torre
Abogado, escritor, compositor, intérprete.