Tras el asesinato de una pareja de colonos israelíes, Cisjordania, Jerusalén Este y la frontera con Gaza, son escenarios de disturbios entre activistas palestinos y soldados israelíes. La escalada luego sumó más agresiones entre palestinos y colonos, y ataques con arma blanca contra civiles israelíes, generalizando una situación que puede echar por tierra los esfuerzos para mantener la paz en ese crítico escenario.
La amenaza de una nueva Intifada impulsó una fuerte presión diplomática internacional, asumida por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien está en la zona dialogar con los líderes de Israel y Palestina. La visita del titular de la ONU revela la magnitud de los acontecimientos. Desde el 1 de este mes han muerto 43 palestinos, cerca de la mitad de ellos autores o supuestos activistas en ataques consumados o frustrados y, el resto, en enfrentamientos con el Ejército israelí, donde murieron ocho israelíes, un árabe israelí y un emigrante eritreo.
La nueva disputa en Jerusalén Este por la Explanada de las Mezquitas, que los judíos conocen como Monte del Templo, tiene como epicentro a los choques que pueden generalizarse si no media el razonamiento y los esfuerzos para lograr la paz de las autoridades de la histórica región en disputa. Por ello se espera con suma expectativa el resultado de la gestión de Ban Ki-moon, con el presidente y el primer ministro israelí Reuvén Rivlin y Benjamín Netanyahu, respectivamente, y después con el presidente palestino, Mahmud Abás, en Ramala.
Todo esto coincide con los esfuerzos del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, que busca la pacificación antes que se desborde el problema más allá de las fronteras. Recordemos que también Francia quiere hacer su aporte con una propuesta polémica: desplegar una fuerza internacional en la polémica Explanada, una idea que Israel ha rechazado de plano y que tampoco logra el apoyo de Washington.
Todo indica que más allá del "día de la ira” lanzado por los activistas palestinos el viernes pasado contra un objetivo de alto valor espiritual, la tumba de un patriarca bíblico venerado por los judíos, cristianos y musulmanes, la milicia no busca otra guerra contra Israel. La Franja de Gaza todavía no se recupera de la devastadora incursión del año pasado.
