La tecnología 3D avanzó considerablemente en los últimos años, a tal punto que ya es posible recrear partes del cuerpo que resultan imprescindibles.


El caso de Yehuda Ohion, a quien le descubrieron un tumor maligno en la órbita de su ojo, fue el que motivó una solución que ahora es admirada en otras partes del mundo. Profesionales del Hospital Rambam del Estado de Israel, después de haber probado distintas soluciones no tuvieron más remedio que quitar una parte de la órbita del ojo de Yehuda, aunque temían que si no quedaba nada que lo sostuviera, perdería ese ojo.


Fue en ese momento en que el profesor Ziv Gil sugirió imprimir una nueva órbita en una impresora 3D. "Hicimos una imagen especular de la parte sana de la órbita'', explicó. "Después de eliminar la sección enferma, colocamos la parte 3D para reemplazarla. No podíamos hacer esto hace 2 o 3 años''.


Yehuda estaba encantado de que fuera un éxito. "Sólo pensar que podrías perder un ojo te deprime totalmente. Es maravilloso''. Si bien las impresoras 3D han estado en uso durante unos 30 años, sólo recientemente se han vuelto más baratas y accesibles. Al principio, los ingenieros utilizaron las impresoras para hacer modelos, las posibilidades hoy son infinitas.


El principio es el mismo para todas las impresiones. Primero haces un modelo en la computadora. Luego agregas el material apropiado a la impresora y después imprimes. Los materiales pueden incluir plástico, metal o caucho. En el ámbito médico, esta es una verdadera revolución.


Colin nació sin dedos en su mano derecha. Proporcionarle prótesis sería muy costoso, ya que estaba creciendo y necesitaría un nuevo tamaño con frecuencia. Imprimir una mano protésica en la impresora 3D disminuyó considerablemente el costo y simplificó el proceso. Otros usos exitosos de la impresión 3D en el mundo médico incluyen implantes de mandíbula, implantes de muslo como el que una mujer usa para caminar nuevamente e incluso vértebras de la columna. En un pequeño laboratorio de la Universidad de Tel Aviv, vemos que la impresora 3D imprime el músculo cardíaco utilizando un material que es tejido vivo. El Dr. Tal Dvir explica: "El objetivo es tomar un órgano dañado y arreglar su funcionamiento. Esperamos que algún día no sólo podamos imprimir el músculo cardíaco, sino un corazón completo con todas sus partes. Con suerte, cada hospital tendrá uno y ya no habrá una larga espera para los trasplantes''.


Ha habido varios intentos en los últimos 3 años para imprimir tejidos blandos. Se estima que dentro de 10 años, los médicos tendrán esto disponible para sus pacientes. Esto provocará un cambio dramático en un mundo donde miles mueren cada año esperando trasplantes.

Por Prensa Embajada
del Estado de Israel

Agencia EFE