Las conquistas alcanzadas durante los últimos cien años para lograr la igualdad de género, están en franco retroceso en las últimas décadas y muy lejos del pensamiento -en particular de Occidente- sobre el protagonismo femenino en todas las áreas de la evolución de la humanidad y, en particular, en las naciones avanzadas.
El hecho de que existan liderazgos femeninos en la política, la ciencia, las artes, la cultura y la economía, para citar algunas de las áreas donde se destaca la mujer hasta con galardones como el premio Nobel, no expresa un ascenso hacia la igualdad con el hombre, a pesar del enorme esfuerzo de la mujer para compartir actividades que no parecían físicamente compatibles.
Este retroceso en los derechos básicos del que peyorativamente se denominaba "sexo débil”, ha sido documentado por las Naciones Unidas para lanzar un alerta sobre una discriminación creciente, en coincidencia con el Día Internacional de la Mujer que se celebra hoy. En esta recordación el organismo internacional emitió un informe de las respectivas áreas que intervienen en la lucha por la igualdad social y los balances del último año son todos negativos.
Se observa que en nombre de la cultura, la religión y las tradiciones se está revirtiendo el duro progreso alcanzado, con intentos de restringir el lugar de la mujer a la esfera doméstica. Por ello decae la participación política de las mujeres en el mundo, dado que sólo representan el 20% de los parlamentarios y un 17% de los jefes de Estado, no obstante la necesidad urgente de que las mujeres se sumen a las discusiones sobre las respuestas estratégicas que los gobiernos deben dar a la violencia extremista, a las discriminaciones, y por las privaciones de las que son víctimas.
Y aún si la mujer logra abrirse paso en la economía, también se la discrimina según observa la OIT ante las diferencias salariales promedio del 77% con el hombre por igual actividad. Con las actuales políticas, la igualdad salarial recién se logrará dentro de 70 años. Junto con esta diferencia remunerativa de género, tener hijos penaliza a la mujer.
En este contexto Argentina achicó la brecha otorgando derechos fundamentales elogiados en el mundo. Sin embargo crece la violencia de género con 1808 femicidios desde 2008 a la fecha; 277 asesinatos el año pasado dejando 330 hijos sin madre, 200 de ellos niños, según la ONG "La Casa del Encuentro".
Estamos ante una discriminación que hiere a la humanidad y a la civilización.
