En marzo hay fechas significativas en nuestro calendario, entre ellas el 8, Día de la Mujer, y el 21, Día de la Poesía. Para relacionarlas nada mejor que hacer referencia a la participación de mujeres que se dedicaron a escribir.

El poeta es el hacedor de escrituras, que como tantos otros oficios fue privativo del género masculino. Pero a lo largo de la historia surgieron poetisas, mujeres sensibles que se animaron a expresar sus vivencias, sentimientos, y pensamientos a través del verso.

En tierras de América latina en la actualidad la lista es numerosa, no obstante deseo traer a la memoria a tres conocidas poetisas. Quién de nosotros puede olvidar el ritmo, rimas, la musicalidad de los versos de Sor Juana Inés de la Cruz, Gabriela Mistral y Alfonsina Storni.

Juana Inés de Asbaje de Santillana, más conocida como Sor Juana Inés de la Cruz nació en México (1651-1695) fue la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Aprendió a leer a los tres años y a los ocho escribió su primera loa. En 1667 ingresó a un convento de Carmelitas descalzas, que abandonaría por razones de salud. Aunque dos años después entró al convento de la Orden de San Jerónimo. De seguro en su celda a pesar de ser religiosa se convirtió en el centro de reunión de poetas e intelectuales. Además compuso obras musicales y escribió una extensa obra que abarcó diferentes géneros, desde la poesía y el teatro, en los que se aprecia la influencia de Góngora y Calderón. Sus redondillas "Hombres necios, que acusáis/ a la mujer sin razón,/ sin ver que sois la ocasión,/ de lo mismo que culpáis/ (...) ¿Pues para qué os espantáis/ de la culpa que tenéis?/ Queredlas cual las hacéis/ o hacedlas cual las buscáis'', trascendieron fronteras y también el tiempo. Para Octavio Paz "'El poema fue una ruptura histórica y un comienzo por primera vez en la historia de nuestra literatura una mujer habla en nombre propio, defiende a su sexo y gracias a su inteligencia, usando las mismas armas que sus detractores, acusa a los hombres de los mismos vicios que ellos achacan a las mujeres. En esto Sor Juana se adelanta a su tiempo: no hay nada parecido, en el siglo XVII, en la literatura femenina de Francia, Italia e Inglaterra''.

Nacida en Vicuña, Chile, Lucila Godoy Alcayaga (1889-1957) fue poetisa y educadora. Gabriela Mistral en 1914 con su obra "Los Sonetos de la Muerte'', versos nacidos por el dolor causado por el fallecimiento de su prometido se dio a conocer en los Juegos Florales, concurso literario del vecino país. Su poesía de tendencia modernista en sus inicios pasó por distintas etapas relacionadas con la temática y el estilo literario. Con un lenguaje coloquial y simple, de gran musicalidad, se convierte en la primera mujer latinoamericana que gana el Premio Nobel de Literatura en el año 1945. Nos dejó versos como "Creo en mi corazón''; Creo en mi corazón, ramo de aromas,/ que mi señor como una fronda agita,/ perfumado de amor toda la vida! y haciéndola bendita.// Creo en mi corazón, el que no pide/ nada porque es capaz del sumo ensueño/ y abraza en el ensueño lo creado;/ ¡inmenso dueño!

Por su parte Alfonsina Storni Martignoni (1892-1938) nos decía "Tú me quieres alba,/ me quieres de espumas,/ me quieres de nácar./ Que sea azucena! sobre todas, casta!''. Nació en Suiza, vivió durante su infancia en San Juan, y recuerda a su padre en actitud un tanto melancólica: "Que por días enteros, vagabundo y huraño/ (...) y sólo cuando el Zonda, grandes masas ardientes/ de arena y de insectos levanta en los calientes/ desiertos sanjuanios, cantaba bajo el cielo''. A los doce años comienza a escribir poesía aunque recibe el reproche de su madre y "desde entonces, los bolsillos de mis papeluchos borroneados se me van muriendo como migas de pan, pues pretenden enseñarme que la vida es dulce''. En 1911 ya en Buenos Aires publica "La inquietud del rosal'', en 1925 "Ocre'' que marcó un cambio en su poesía fundamentalmente de temática amorosa. En octubre de 1938 decidió refugiarse en el mar y se despide de este mundo real: "En el fondo del mar/ hay una casa de cristal./ A una avenida! de madréporas da./ Un gran pez de oro/ a las cinco,/ me viene a saludar./ Me trae/ un rojo ramo/ de flores de coral./ Duermo en una cama! un poco más azul/ que el mar''. Quizás la canción al ser más popular vivencie la figura de esta poetisa "te vas Alfonsina con tu soledad; que poemas nuevos fuiste a buscar''.

Por cierto por medio de palabras escritas podemos reconocer la obra de estas grandes poetisas, pero innegable es la valiosa tarea multifacética que lleva a cabo cada mujer desde el rol y el lugar que ocupa. Además la mujer ha sido fuente de inspiración para muchos escritores como Gustavo Adolfo Bécquer quien en estos versos nos da una definición que halaga a toda mujer: "¡Qué es poesía! ¿y tú me lo preguntas?/ Poesía ...eres tú.''