El anuncio del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) de sortear próximamente 1685 viviendas destinadas a familias de clase media, cuya terminación está prevista para fin de año, viene a saldar una deuda con el sector más postergado de nuestra sociedad.
La demora de tanto años fue atendible, ante las mayores urgencias para solucionar la marginalidad y brindar una casa digna a los más necesitados. En esa instancia, las autoridades provinciales volcaron los recursos de la obra pública para erradicar las villas de emergencia, objetivo logrado con los nuevos núcleos habitacionales emplazados en el Gran San Juan y departamentos con asentamientos y ocupaciones de pobladores carecientes.
Al concluirse prácticamente esa etapa crítica de la vivienda social, las expectativas de la clase media se transformaron en un reclamo insistente en los últimos tiempos, más ante el IPV, por los costos financieros inferiores a los ofrecidos en las operatorias privadas, no obstante el mayor poder adquisitivo de los potenciales beneficiarios.
La respuesta oficial ha sido positiva, de manera que la gran fuerza laboral del segmento más activo de la economía va a poder alcanzar la casa propia a través de los planes del organismo, y con variantes de terminación y funcionalidad específicos. Esto actuó como disparador de la decisión del Gobierno de destinar a los ingresos medios un cupo de casas que se están construyendo y el anuncio de otras 5000 unidades más previstas para los profesionales.
Está previsto un exhaustivo control de las familias interesadas en cuanto a los requisitos exigidos, de manera que se pueda demostrar fehacientemente la imposibilidad de adquirir una casa en el mercado inmobiliario. Según el IPV, actualmente tiene unos 60.000 inscriptos, pero los legajos serán depurados durante el mes de julio venidero, a fin de determinar las reales necesidades de los pre-adjudicatarios.
Llegar a la etapa final no será tarea sencilla, si se observa el número de interesados y los cupos de unidades en barrios a inaugurar a partir de 2010. Al respecto son muchos los puntos a evaluar en un proceso de selección de adjudicaciones que deberá tener una transparencia irreprochable y así poder beneficiar a los grupos familiares que realmente las necesitan y con urgencias que no pueden atenderse sin apoyo estatal.
Satisfacer las necesidades de la clase media es tan importante como asistir a los sectores de menores recursos. Lo fundamental es actuar con estricta justicia.
