La caída de la inversión extranjera anunciada por la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (Unctad) no es para celebrar: se redujo en un 14% el año pasado, después de cuatro años de aumentos consecutivos. Las razones fueron principalmente la caída de los precios de las materias primas, lo cual atrajo menos inversión para puertos y proyectos de infraestructura, y las políticas espantadoras de capitales. La inversión extranjera en Argentina cayó 42% en 2014, y en Venezuela 88%, según la Unctad. Son cifras preocupantes, pero la mayor amenaza para la prosperidad de la región es la falta de innovación que impide producir bienes con más valor agregado.

Hay varios indicadores de innovación, pero uno de los más reveladores es el número de patentes internacionales registradas por país. Cuando un inventor hace un descubrimiento con gran potencial comercial, por lo general lo registra junto a su país, en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, o ante la Organización Mundial de Propiedad Intelectual de las Naciones Unidas (OMPI).

Las últimas estadísticas muestran que América latina, aunque viene aumentando sus patentes internacionales, está lejos de cerrar la brecha que la separa con otras del mundo. Según la Oficina de EEUU, que clasifica patentes por país, EEUU registró 159.000 patentes el año pasado, Japón 56.000, Corea del Sur 18.000, Alemania 17.000, China (incluyendo Hong Kong) alrededor de 8700, Gran Bretaña y Francia 7100 cada uno, Israel 3600, India 3000, Singapur 1000 y España 900. Comparativamente, los 32 países de América latina y el Caribe registraron 836 patentes.

Sí, leyeron bien: toda América latina y el Caribe, con una población de casi 600 millones y dos países -Brasil y México- que son la séptima y decimoquinta economías del mundo, registraron menos del 5% de las patentes de Corea del Sur, y apenas el 23% de Israel. Las estadísticas de la OMPI reflejan disparidad similar. Las patentes regionales las registraron Brasil (362), México (222), Argentina (81), Chile (64), Colombia (25), Costa Rica (32), Cuba (19), Venezuela (14), Trinidad y Tobago (8), Perú (5), Ecuador (3) y Bolivia (1).

Brasil, México y Chile duplicaron sus patentes internacionales en los últimos cinco años, pero vienen de muy atrás y muchos de sus vecinos no avanzaron prácticamente nada. La región sigue lejos de otras economías emergentes como India, que han más que triplicado sus patentes en el mismo período. Es cierto que se puede innovar sin registrar patentes. A China le fue bastante bien haciendo pequeños cambios en productos inventados por otros (sin contar lo que descaradamente piratea) y exportándolos masivamente.

Mi opinión: Lo que va a determinar el futuro de América latina no serán los grandes discursos ideológicos, sino la innovación y la educación de calidad. Corea del Sur, Singapur y otras naciones mucho más pobres que los países latinoamericanos hace solo 50 años, hoy tienen altísimos ingresos per cápita, precisamente por la obsesión nacional de innovar y la educación de calidad. Ese es el camino a seguir, pero los últimos datos muestran que son pocos los presidentes latinoamericanos que lo entienden. La mayoría parecen vivir en un pasado muy lejano.