En estos tiempos de transformación e innovación que se vienen suscitando en todos los sectores de la vida, la educación juega un papel determinante. Ella debe estar acorde a las demandas de una sociedad cada vez más exigente y cambiante. También es necesario contar con personas emprendedoras capaces de crear las condiciones necesarias.
Es esencial asegurar la participación amplia, constante y prolongada, con un rol activo y protagónico en el proceso enseñanza aprendizaje. Corresponde, entonces, al director de la institución educativa este desafío donde pueda ejercer un liderazgo democrático que lo constituya en animador, promotor, iniciador o emprendedor de acciones destinadas a lograr los objetivos deseables y compartidos de trabajo. El director antes que mandar, deberá persuadir y resolver los problemas. El director líder es quien proporciona dirección y ejerce influencia en su equipo. Es un director capaz de conocer, comunicar, convencer y construir sentido. Es un pedagogo que debe dominar las funciones y tareas de cada puesto de trabajo, siendo su interés profesional, mejorar la educación.
El Lic. Hugo Labate quien visitó San Juan dentro del marco de actualización y capacitación docente a escuelas técnicas y agropecuarias, se expresó respecto al liderazgo del director y dijo: ‘El director de por sí es un líder porque le toca gobernar día a día. Pero hay otro estilo en la nueva gestión y es el liderazgo para el cambio institucional. Salir de la zona de comodidad. Será quien estipula otros espacios y tiempos, una manera de conocer y desafiar. Si un director -manifestaba Labate-, observa mediante el diagnóstico institucional y determina que hay dificultades en el trabajo de equipo a eso apuntará su acción. Si se observan dificultades de comprensión en los alumnos todo su equipo trabajará el mismo tema.
Tal vez se enseñó contenidos y no habilidades para comprender (proceso cognitivo, el hacer algo con el conocimiento). Esta manera de trabajar no está en conflicto con su formación profesional, tiene que salir de la frontera de su disciplina y pasar a un desarrollo interdisciplinario y pensar en el desarrollo integral del alumno. Corresponde entonces, a los líderes adecuarse a las nuevas exigencias de la sociedad para que las instituciones que dirijan, respondan al imperativo de convertirse en el centro del quehacer comunitario. Dentro de este marco podrá entrelazar educación y medio productivo. Así demostrarán un alto sentido de pertenencía con actitudes de promotor social y cooperativismo.”
El director líder debe ser capaz de analizar y orientar sus funciones respetando las decisiones del colectivo y los aportes de la comunidad en el proceso educativo. El rol que deben ejercer las instituciones educativas y el papel del docente es vital en el desarrollo comunitario. El verdadero líder es capaz de adaptarse a un grupo particular de personas, en condiciones extremadamente variadas. Pero también se les exige condiciones y características básicas relacionadas tal como salud física, mental, equilibrio emocional, poder de persuasión, vocación de servicio, flexible, tolerante, buen comunicador entre otras. En los países latinoamericanos y a nivel mundial en las instituciones educativas resaltan que las buenas relaciones interpersonales en un buen clima institucional, el pleno conocimiento de los procesos pedagógicos reflejado por el liderazgo del director, garantizan el éxito del desarrollo institucional y la calidad del servicio educativo.

