Los argumentos a favor del matrimonio homosexual y el matrimonio civil, preparan el camino legal para la adopción de hijos y serán tenidos en cuenta para crear una nueva forma de educación que jamás debiera existir, "la educación homosexual", una verdadera aberración que va en contra de los principios mismos de la educación y la formación de la persona humana.
La homosexualidad (del griego, "homo", igual y del latín "sexus" sexo) es una orientación sexual y se define como la interacción o atracción sexual, emocional, sentimental y afectiva hacia individuos del mismo sexo. Etimológicamente, la palabra homosexual es un híbrido del griego homos (que en realidad significa igual y no, como podría creerse, derivado del sustantivo latino homo, que quiere decir hombre) y del adjetivo latino sexualis, lo que sugiere una relación sexual y sentimental entre personas del mismo sexo, incluido el lesbianismo.
La actual Ley de Educación Nacional 26.206 de nuestro país separa los géneros de manera clara y pone mucha atención a la niñez. Algunos artículos lo demuestran: Artículo 7 – El Estado garantiza el acceso de todos/as los/as ciudadanos/as a la información y al conocimiento como instrumentos centrales de la participación; Artículo 8 – La educación brindará las oportunidades necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral de las personas a lo largo de toda la vida y promover en cada educando/a la capacidad de definir su proyecto de vida, basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia, responsabilidad y bien común; Artículo 11- Los fines y objetivos de la política educativa nacional son: f) Asegurar condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las personas sin admitir discriminación de género ni de ningún otro tipo; r) Brindar una formación corporal, motriz y deportiva que favorezca el desarrollo armónico de todos/as los/as educandos/as y su inserción activa en la sociedad. Respecto a la Educación Inicial el Artículo 18 establece que constituye una unidad pedagógica y comprende a los/as niños/as desde los 45 días hasta los cinco 5 años de edad inclusive, siendo obligatorio el último año.
Desde que el motivo principal de la educación fue no sólo reunir teorías sino prácticas de transferencia y correspondencia con la realidad, desarrolla en Pedagogía Psicológica un capítulo muy promisorio para las prácticas pedagógicas. Estas tienen lugar en las cátedras de Psicología General para los establecimientos educacionales de nivel medio y la correspondiente área de consideración para la educación del niño y del adulto.
La homosexualidad es un conflicto severo de la voluntad vinculado a la educación y que se origina y desarrolla en la edad infantil, manifestándose progresivamente hacia la edad adulta.
La causa fundamental es la falta de educación en los procesos de desarrollo del aprendizaje y con las importantes fisuras emocionales y afectivas, fallas en los procesos de aprendizajes identificatorios, confusión y doble mensaje en la discriminación y codificación de los afectos, inseguridad en la incorporación de valores y desatención de los educadores al momento de su referencia cierta, la voluntad es "quebrada" y vulnerada en su querer, teniendo por resultado una opción invertida del amor por el querer mismo, y donde el amor se identifica con el querer en el cual éste último cumple el papel de identificación con el mismo sexo.
Podemos inferir que las discusiones en torno a la homosexualidad serán tan variadas como argumentos existan, pero si hay suficiente razón en ellos, el problema no está en observar quién tiene la razón sino en descubrir dónde está la verdad. A su vez esta misma deberá corresponderse con la misma educación pues en principio y por principios ésta -la educación- no puede ser alterada.
La educación sexual -propia de los ámbitos familiares de padres y madres jamás podrá ser explicitada en forma "imparcial" pues se educa siempre y en consecuencia para la formación del varón y la mujer y puede utilizarse como el medio de enseñanza a los jóvenes de las prácticas sexuales entre el varón y la mujer. Lo más aberrante sería concebir la educación por distorsión y enseñar en la casa, en la calle y en la escuela, las prácticas homosexuales, porque justamente ello sería el fomento de las mismas en perjuicio de las propias de ambos sexos. Aunque de hecho existan las prácticas homosexuales jamás constituirán fundamento de enseñanza o motivo de educación, pues la virtud de la propia generación de la especie humana abre camino a la vida misma y no a la simple satisfacción aunque ésta sea un recurso placentero de la pareja que convive.
El Estado principal responsable de la educación no tendrá que caer en contradicción alguna y menos aún tratándose de la educación de los niños por lo que los padres tendrán la obligación de exigir de éste una definición del tema. Por nuestra parte creemos que con la presentación del proyecto de Ley "Formación del educando para la unión del varón y la mujer" propuesto a la Cámara de Diputados de la provincia de San Juan el miércoles 9 de junio del corriente año, como educadores y personas de trabajo estamos dando respuestas.
