Un país puede exportar materias primas, productos manufacturados o ciencia y tecnología. Lo cierto es que esta tercera opción de exportación es sumamente rentable. Pero no es fácil construir uno de estos centros de vanguardia. La materia prima es puramente humana y se trata de mano de obra súper calificada. Estos trabajadores del conocimiento no son baratos y se generan de a grupos (movimientos) en los que hay que invertir una gran cantidad de energía y tiempo. Un cerebrito tarda entre 20 y 35 años en alcanzar su madurez cognoscitiva y mantener un entorno activo en el que pueda desarrollar sus ideas podría (en el peor de los escenarios) llevar de entre 20 o 30 años más. Es decir 60 años para resolver una ecuación que apenas entienden otras 30 personas en el mundo y ninguna de ellas sabe exactamente para qué sirve. Además hay que pensar en los talleres o laboratorios donde esta gente trabaja. Cada aparato que usan es único en su género y no hay más de 2 o 3 en el planeta. Esta nueva clase social llamada “nerds” o cerebritos da la posibilidad a un país de exportar ideas. Pero no cualquier tipo de ideas; ideas que cambian el mundo de forma definitiva. Los primeros centros con gente haciendo cosas extraordinarias aparecieron durante la II Guerra Mundial con “Proyecto Manhattan” en la ciudad de Los Álamos, donde se realizaron los prototipos de bombas nucleares y atómicas o Baikonur (Kazajistán) desde donde fuera lanzado el 1° Sputnik (satélite artificial) por la antigua Unión Soviética (Rusia). Desde hace unos 74 años todos los países desarrollados vienen construyendo estos centros donde se cultivan ideas y cerebritos. Durante los años 2020, 21 y 22 estos centros de invención y pensamiento (universidades) estallaron. La pandemia del covid-19 puso a los científicos a trabajar contra reloj. Hacía falta solucionarlo todo y durante este lapso se les otorgó: “Silencio, tiempo e interacción ilimitada”. Así fue que para el 2023, el mundo experimentó una ola de innovación en ciencia y tecnología (C&T) sin precedentes, desde la introducción de la primera píldora anticonceptiva de venta libre en los EEUU hasta el sorprendente crecimiento de ChatGPT y la inteligencia artificial. Este mapa (gráfico) explora los 50 principales centros de ciencia y tecnología del mundo que lideran estas innovaciones según los datos del Índice Global de Innovación 2023.

Los centros se clasificaron según su participación combinada de solicitudes internacionales de patentes y publicaciones científicas. El primer grupo estadounidense de la lista, el Área de la Bahía de San Francisco, alberga importantes empresas tecnológicas como Adobe, eBay, Google y PayPal. Junto con Cambridge en el Reino Unido, el Área de la Bahía de San Francisco es uno de los grupos con mayor intensidad en ciencia y tecnología en relación con la densidad de población general. Por primera vez, China encabezó la lista de países con el mayor número de clústers entre los 100 principales, con 24 en total. Le siguen Estados Unidos, con 21 grupos, y luego Alemania con nueve. Además, casi todos los grupos chinos subieron en la clasificación en comparación con el año pasado, y sólo Beijing cayó un puesto. São Paulo, Brasil; Bengaluru, Delhi, Chennai y Mumbai (India); Teherán (República Islámica del Irán); Estambul y Ankara (Turquía); y Moscú (Federación de Rusia) son los únicos grupos de economías de ingresos medios fuera de China. Según el Índice Global de Innovación, Estados Unidos lidera el gasto en investigación y desarrollo (I+D), seguido de China, Japón, Alemania y la República de Corea.