Es común escuchar o leer con frecuencia el pedido de los vecinos a las autoridades municipales sobre la colocación de semáforos en tal o cual calle; ello con el propósito de evitar accidentes, al actuar este aparato como un ordenador del tráfico, en los cruces peligrosos, en los cuales, muchos de ellos no tiene previsto un intervalo de tiempo para el paso del peatón.

Cumplir con las demandas apuntadas se ve con muy buenos ojos pero en algunos casos la solución no está siempre en la instalación de estos feos y fríos artefactos para disciplinar a algunos automovilistas que se desplazan a velocidades superiores a las que rigen en las zonas urbanas; o aquellos que no respetan la prioridad de paso en las esquinas, que exige el reglamento de tránsito, en uno de sus artículos más relevantes, que a su vez tiene una connotación muy significativa que hace a la concordia y al respeto que debe observar el ciudadano hacia los demás.

En la ciudad de San Luis la mayoría de los cruces carece de semaforización y tienen en cambio espejos convexos que permiten visualizar los vehículos que se acercan al cruce de calles. Además, se respeta la prioridad de paso, al igual que en la ciudad de San Rafael, donde el que incurre en esta falta recibe una reprimenda de bocinas que pone al conductor del vehículo rápidamente en aviso.

Existen otras formas de hacer frente a las dificultadas apuntadas, que muchas veces cuestan vidas, se puede remediar en muchos casos mediante la construcción de rotondas. Las cuales no sólo contribuyen a resolver el problema que se describe, sino que además agrega una cuota de belleza al lugar.

Las ventajas o beneficios que puede ofrecer la construcción de rotondas, aparte de las referidas a la mejora visual del paisaje urbano, es contribuir a bajar la velocidad al llegar a los cruces, permitir una circulación vehicular más ordenada y continua, sin interrupciones, sin gasto innecesario de combustible, el que se incrementa en especialmente en los cruces donde existen semáforos de cuatro tiempos.

Las rotondas posibilitan un tránsito casi continuo y los vehículos están menos tiempo parados, consecuentemente disminuye la emisión de gases de combustión (anhídrido carbónico), principal componente del smog de las grandes ciudades. Además agrega otra opción, al permitir cambiar el sentido de circulación, facilitando el tránsito.

A lo expuesto se debe sumar, que la mayoría de las arterias carecen de semáforos sincronizados, provocando serias dificultades en el tránsito, incrementando el tiempo muerto de los vehículos y generando finalmente, embotellamientos indeseados.

Por supuesto que, no en todos los cruces es factible implementar una rotonda, a veces, carece de espacio suficiente para su construcción y en otros casos porque impide o dificulta la circulación de vehículos de gran longitud. Pero no en todos los cruces deben hacerse rotondas o colocarse semáforos en una ciudad, a veces con una señal de prevención (luz amarilla intermitente) es suficiente para alertar a los automovilistas que deben bajar la velocidad y circular con precaución, dado que no siempre los carteles resultan eficientes y suficientes para evitar los accidentes.

La ventaja de las rotondas es que ofrecen la posibilidad de que se pueden disponer a modo de prueba o ensayo un cordón de bloques de cemento, que es posible remover, redimensionar, cambiar su diseño y considerar su ornamentación. Estudiar la forma y extensión del boulevard cercano a ella, para facilitar el paso peatonal, etc.; todo ello a fin de encontrar su funcionamiento óptimo.

Se ha demostrado que las rotondas bajan sustancialmente el porcentaje de accidentes, simplemente porque el conductor se ve obligado a reducir la velocidad al llegar a ella. Es posible que se produzca un accidente pero difícilmente será de gran magnitud que involucre pérdidas de vidas. En algunas comunidades europeas han sustituido los semáforos por rotondas y con ello se ha disminuido en forma significativo la ocurrencia de siniestros.

Otra ventaja que ofrece es que su perímetro interior se presta, para construir fuentes de agua, erigir monumentos y estatuas, canteros y jardines, instalar luces, etc., ornamentación que se puede incorporar al paisaje urbano, embelleciendo la ciudad. Lo expuesto se resume en nuestra hermosa rotonda que se sitúa en el emblemático cruce de las avenidas Libertador y Las Heras. En este lugar es una maravilla contemplar el giro incesante de todo tipo de vehículos en el hermoso fondo que ofrece el Centro Cívico, El Reloj, el Parque o el edificio de la Legislatura.

También cabe mencionar la existente en el cruce de las avenidas Córdoba y General Las Heras y las que se construyeron en la denominada Vía Rápida, ex traza del ferrocarril General San Martín.

En la Av. Joaquín Uñac y calle 11, en el departamento Pocito, se destaca una modesta pero muy útil rotonda que además de procurar una segura entrada y salida a la ciudad, facilita la reducción de velocidad, cambia el sentido de circulación y ordena el tráfico.

En la ciudad de San Juan y en el Gran San Juan existen muchos cruces en los cuales se mencionan o reportan con bastante frecuencia la ocurrencia de accidentes incluso con la muerte de personas, aún en lugares semaforizados. En estos puntos las rotondas serían de gran utilidad para salvar vidas. Especialmente en horas pico en que el tránsito vehicular es muy intenso. Ejemplo de ello es lo que ocurre en diversas arterias que conducen a los populosos departamentos de Rawson y Chimbas.