Todos los sondeos de opinión coinciden en que la inseguridad es uno de los temas más preocupantes para la sociedad. Conocer los responsables de esta situación podría contribuir a encontrar soluciones a los hechos delictivos que se suceden en distintos ámbitos.
Dentro de este panorama sorprende la poca edad de los delincuentes, muchos de ellos menores de edad, lógicamente inimputables para la Justicia, por lo que a pesar de ser apresados por la Policía o recluidos temporariamente en alguna institución correccional, recobran su libertad rápidamente con la posibilidad de volver a delinquir.
El martes pasado se conoció el caso de una chica de 14 años que después de robar una moto en el departamento Rivadavia intentó cobrar un rescate por el vehículo. Ese mismo día, en Mendoza, un chico de 14 y una chica de 16 fueron detenidos por golpear y asaltar a una comerciante utilizando armas de fuego. Son algunos de los casos que lograron salir a la luz, pero se conoce que a diario son numerosos los delitos en los que participan chicos, muchos utilizados por mayores para evitar caer en manos de la Policía.
El descuido de padres que no se preocupan por las actividades de sus hijos; la excesiva libertad que los lleva a reunirse en la vía pública con desconocidos que influyen negativamente en sus vidas, y la falta de obligaciones como estudiar, trabajar o ayudar en sus casas, son conductas que alientan a seguir el camino de la delincuencia. Se suma la falta de una política de seguimiento y control por parte del Estado, que lleven a orientar a las familias y a los menores por caminos que estén regidos por las buenas costumbres y normas de conducta.
Se conoce que la delincuencia juvenil no es un tema absolutamente nuevo, pero las estadísticas indican que en lo que va del siglo XXI se ha agravado considerablemente, afectando a la comunidad en general que ve cómo cada día hay más adolescentes en las calles delinquiendo, sin que se profundicen las medidas para tratar de evitar este flagelo.
Proteger a los menores de caer en la delincuencia es una tarea en la que todos debemos participar sin medir los esfuerzos, para impedir que haya padres despreocupados del destino de sus hijos, chicos deambulando por las calles sin ningún sentido y aprovechadores que los utilicen para sus oscuros propósitos.