Con los ecos de la resiente Navidad aún vividos en el corazón de los creyentes, es interesante destacar la feliz iniciativa del presbítero Dr. José Juan García, quien en la parroquia de Nuestra Señora de Tulum, en villa Carolina, Rawson, realizó una magnifica muestra de pesebres proveniente de todas partes del mundo y en especial artesanales, elaborados con elementos no convencionales de singular colorido y creatividad. Más allá de la muestra que irradia la voluntad de un destacado grupo de artesanos y colaboradores como Úrsula Ossa, Marina Bustos, Elida Gallardo, otras parroquias y feligreses; se encuentra el verdadero significado de la exaltación del pesebre como símbolo de fe, de llama viva del amor al Niño Jesús; a pocos días de la celebración de reyes y por sobre todo interés comercial.

La costumbre de armar el pesebre se está perdiendo en los hogares argentinos y aunque esto parezca un ritual más, no lo es porque debe encarnar, especialmente en los niños, un amor preferencial a la devoción a Jesús en la noble cuna al lado de la Sagrada Familia; rodeado de los más humildes: los pastores y de los más poderosos: lo magos.

Incienso, oro y mirra, son elemento para el ungido rey de la salvación del mundo. Y en ese entendimiento dejan de ser lo que simplemente representan para llenar el aire de una plenitud balsámica que conforte a los corazones y brinda paz interior.

Estas expresiones religiosas no deben caer en el vació de una propuesta fugaz sino que deben aparecer siempre en el alma de quienes se acerquen a ellos con las mejores intenciones y con la necesidad espiritual que provocan estas fechas tan señaladas en el calendario eucarístico.

En el memorial de la vida religiosa y laica el pesebre nos recuerda al Salvador que trae la buena nueva, que nos redime del pecado y nos fortalece en la esperanza. Con esa alegría debemos congratular al Pbro. Dr. José Juan García porque congregó a más de mil fieles que peregrinaron por la muestra de pesebres.

Actuó el grupo Los Sueñeros cantando villancicos. Chiky de Chirino glosó la historia de los pesebres; adhirieron el arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado y el intendente de la Capital, Dr. Marcelo Lima. En general participó toda la comunidad.