El término "criollo” tiene una diversidad de acepciones o significados en nuestra América, que aún hoy existen polémicas entre filólogos, historiadores e incluso antropólogos especializados. Muchos lingüistas opinan que esta expresión, tan propia de nuestro lenguaje, se relaciona directamente con la palabra criar, la que a su vez tiene una raíz latina derivada de la palabra crear o engendrar.
En este sentido la palabra criollo fue utilizada para designar a los sirvientes y esclavos de la época colonial. Otros filólogos dicen que la locución en cuestión procedería del portugués "crioulo", y de este término -en coincidencia con los otros lingüistas- provendría la palabra criar. Igualmente y en relación al idioma portugués hay una pequeña variable que apunta que criollo provendría de la palabra "criould", apelativo utilizado para llamar a los esclavos nacidos en América, diferenciándolos de los provenientes del continente africano.
Como vemos, las palabras criar y esclavos son los sustratos comunes en estas acepciones, ambas poseen una antigua tradición histórica vinculada al vasallaje colonial implementado por las potencias europeas. Otro sentido, el utilizado históricamente, hace hincapié en que los criollos son "aquellos hijos del país", es decir los hijos de españoles nacidos en esta tierra.
Félix Coluccio considera criollos no solo a los grupos de descendencia extranjera, sino que además incluye al hombre "auténticamente nativo o propio del país". Al parecer el término comenzó a utilizarse en épocas tempranas, pues se habla de un geógrafo español radicado en México, llamado Juan López de Velazco, quien en una publicación cartográfica que data de 1572, denominó a los habitantes de América Española con este apelativo. Cabe la acotación que este grupo social propio del tiempo colonial y que lentamente fue creciendo en número, ocupó cargos políticos, militares y eclesiásticos, pero todos de menor importancia. Estas postergaciones que soportaron en las funciones públicas de la época pre-revolucionaria, sumada a otras restricciones más, generaron una especie de animosidad en ellos, que según los historiadores, a veces se manifestaba de hijo a padre. Con este último significado sabemos que célebres figuras de América fueron criollos, desde grandes héroes de las guerras por la independencia como el General José de San Martín, notables escritores -Sor Juana Inés de la Cruz- y hasta santos criollos, como Santa Rosa de Lima.
Aparte de estas consideraciones lingüistas, sabemos que los criollos, fueron los forjadores de una cultura peculiar y rica llamada precisamente criolla, que se desparramó por todo el continente con diferentes matices según el área geográfica. Esta cultura, puntal de nuestras tradiciones, fue hacedora de un universo de construcciones culturales que tienen plena vigencia y todos de una manera u otra somos portadores de ella.
