Los trabajadores en general, incluyendo a encargados propietarios, siempre corren riesgos en la jornada laboral, cuya prevención está a cargo de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo en todo el país, organismo que procura resguardar al trabajador en forma integral. Por ello, cualquier tipo de contingencia que se produzca en ese ámbito, son las ART (Aseguradoras de Riesgos del Trabajo) las que tienen un sistema no sólo de gestión en prevención sino también de capacitación.
En la Argentina, como en cualquier parte del mundo se realizan acciones que controlan y regulan las diversas situaciones que devienen en accidentes de trabajo o enfermedades profesionales. Sin embargo, existe un grupo muy importante de estas funciones en las que sin convención previa se ha permitido considerar otros escenarios o estados, que son tan importantes como los descriptos en las tablas de accidentología codificadas, denominadas accidentes o enfermedades de riesgo psicosocial. En nuestro país de cada 10 casos 3 son por accidentes y 7 por enfermedades profesionales, de las cuales un 50% se deben a los citados factores de riesgos.
En los tiempos que vivimos han aparecido ambientes laborales en los que se observan conductas que llevan a un accidente de trabajo o a una enfermedad profesional causadas por relaciones del mismo ámbito laboral o agentes influyentes al respecto y que provocan en la persona estados en los que se involucra el aparato psíquico revelando resultados importantes a nivel orgánico. Por ejemplo: una actitud de permanente hostigamiento o acoso laboral ocasiona en el sujeto un importante efecto de impacto psicológico.
Las causales psicosomáticas pueden ser descriptas en síntomas por un considerable estrés laboral de tipo ansioso, psicosomático y depresivo; otras sin embargo son como consecuencia de extensas jornadas de mucha presión psicofísica propia de la actividad y exigencias que demandan un buen rendimiento con altos picos de estrés diarios o que sirven como factores propicios para que se desarrollen patologías cardiológicas que afectan de forma irreversible y se acompañan con dolores torácicos atípicos o falta de respiración.
El diagnóstico es cardiopatía isquémica, taquicardia ventricular y arritmia con perfusión por cámara gamma que revela una isquemia miocárdica.