Güemes demostró con hechos el amor por la libertad e independencia de la patria.


Martín Miguel de Güemes nació el 8 de febrero de 1785, en la actual provincia de Salta, en tiempos en que esta tierra era parte del Virreinato del Río de la Plata. Pertenecía a una familia adinerada dedicada al comercio. Fue el segundo de los nueve hijos de doña Magdalena Goyechea de la Corte -jujeña- y de don Gabriel de Güemes Montero. Se relata que Martín Miguel, siendo niño, comenzó a sentir fascinación y admiración por los gauchos y su entorno geográfico. Poco a poco fue aprendiendo las rudas tareas campestres, domar un caballo, arrear ganado, enlazar, etc. Se transformó en un experto jinete, andando por esos espesos montes salteños. En poco tiempo era un experto conocedor de la hermosa geografía norteña, a la par que se imbuyó de la cultura criolla. A los 14 años se inició en la carrera militar, primero en Salta, en el "Fijo de Infantería" y más tarde en Buenos Aires. Desde los inicios de nuestras luchas por la independencia estuvo presente, incluso antes, pues participó en la lucha contra los ingleses cuando invadieron Buenos Aires en 1806 y 1807. Años más tarde se incorporó al movimiento revolucionario desempeñando un valioso rol. Su accionar se agigantó cuando se sumó a los propósitos sanmartinianos, encargándosele junto a sus bravíos gauchos la defensa de nuestra frontera Norte. En este sentido, Güemes implementó la llamada "guerra de guerrillas o guerra de recursos" la cual radica, según los versados, en "la acción sorpresiva de los guerrilleros, atacando los flancos, destruyendo las retaguardias, cortando las comunicaciones, privando de aprovisionamientos y apareciendo y desapareciendo como centellas". Estos sucesos de nuestra historia lo inmortalizó con el calificativo de "Guerra Gaucha", la cual tuvo como escenario geográfico el Norte Argentino y el Alto Perú, conformando uno de los hechos de nuestro pasado calificados como auténticas hazañas épicas. También Güemes incursionó en el plano político, ocupando importantes cargos en los que demostró ser un excelente estadista. Fue en el año 1821 cuando aquel barbado gaucho salteño fue muerto, en una emboscada. Las primeras balas sólo rasgaron su ropa, la segunda descarga fue mortal, impactando, quizá una bala perdida, en la cadera derecha. Güemes se tomó con fuerza de su caballo y galopó como pudo. Al verlo, sus fieles gauchos lo bajaron y lo colocaron en una camilla, trasladándolo a un lugar seguro, llamado Quebrada de la Horqueta. Más de una semana de agonía sufrió. El 17 de junio de aquel año, con solamente 36 años, aquel patriota de ley pasó a la gloria. (Bibliografía, Revista Todo es Historia, enero de 2013, Nº 546).

Por el Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia