Ha logrado convencer a un partido histórico -en desgracia, pero histórico al fin- de la política sanjuanina y a un grupo difícil de captar, como la Cruzada Renovadora y el Socialismo, respectivamente. Es muy joven, apenas 42 años. Su discurso apunta a un nivel social alto. Como tiene escasa imagen pública, tiene mucha imagen positiva por captar, porque no la tiene negativa, obviamente. Ha logrado armar con algunos nombres interesantes en varios departamentos; y juega de líbero, es decir, no tiene alineación nacional, tampoco provincial ni responsabilidad institucional que lo condicione. Probablemente lo último sea su condición más interesante, al menos para esta elección. ¿Lo malo? Aparece para las elecciones y luego le cuesta mantenerse en el teatro político. No se lo ve muy cercano al común de la gente, probablemente por su perfil empresario. O tal vez no haya tenido demasiada prensa o, simplemente, no le apunta a ese sector. Se llama Martín Turcumán y podría convertirse, de hacer bien las cosas, en el elemento disruptivo de esta elección. Veremos cómo juega, ya que esta es su oportunidad de oro. De esta elección se sabrá si es un buen cuadro político o si se convierte en uno de los tantos oportunistas que anda dando vueltas por los cafés.


Convenció a la Cruzada y al Socialismo y pudo haberlo hecho también con Dignidad Ciudadana, pero un capricho de los muchachos de la avenida Córdoba echó por tierra lo que casi estaba cerrado. Los hombres de Lito Sánchez pretendían que el Socialismo no fuera de la partida y lo plantearon. Turcumán se negó porque ya había cerrado con los socialistas, lo que en política no es común de hallar.


Aunque el oficialismo lo niegue, en el PRO sanjuanino aseguran que el joven dirigente es una herramienta del uñaquismo. Como quiera que sea, circunscribir el crecimiento político de Martín Turcumán a sólo el apoyo oficial -si es que existe- puede convertirse en un grave error de cálculo de la oposición que les provoque consecuencias negativas en las urnas. Por su discurso, probablemente el ex PRO le apunta a macristas enojados con la marcha de la economía, empresarios desengañados del abandono presidencial y hasta los llamados "antiperonistas", un nuevo sector de la población proclive a las modas impuestas desde los estudios de TV. El macrismo es un sector de votantes que en San Juan ha quedado algo huérfano luego de la decisión de Cambiemos de no llamarse de esa forma y de intentar separarse de las malas decisiones de la Casa Rosada: inflación, desocupación, hambre, presión tributaria extrema, aumento del costo de los servicios; en fin, todo lo que los ciudadanos de a pie ya conocen y reclaman a diario. Turcumán -que no tiene parentesco alguno conmigo, por si algún distraído aún no lo sabe- también es crítico a algunas de esas decisiones y como no tiene alineación puede darse el lujo de apuntarle -justamente- a lo que él cree que la población odia. Esa libertad no la tienen los Cambiemos/Por Vos, ni tampoco el gobernador Sergio Uñac, obligado a moderar su discurso en pos de mantener una administración prolija en una provincia aún muy dependiente de la Nación. Hay un macrismo que busca a quién votar, no vaya ser que termine apoyando al joven empresario, alejado del travestismo de los Cambiemos sanjuaninos. Probablemente no sean muchos, por la baja imagen del Presidente en la provincia, pero son algunos al menos y al menos es una estrategia, lo que en la oposición de esta provincia ya es mucho.


Es probable que Turcumán pueda captar a ese sector. Y puede ocurrir también que el plan de Marcelo Orrego cuaje y termine convenciendo a los sanjuaninos de que es capaz de hacer una buena gestión, como la hizo en Santa Lucía. Es difícil, pero no imposible. Orrego ha empezado a moverse por los departamentos y se nota en las imágenes que a sus reuniones concurre un importante número de personas. Habría que analizar el impacto de esas visitas en las encuestas, si es que ya hay alguna que lo muestre. Eso dará una primera pauta de sus movimientos. Aún lo hace solo, ya que la mayoría de sus compañeros políticos siguen de vacaciones. 


A propósito de Con Vos, una perlita: cuentan en los pasillos de Tribunales que los apoderados del frente del santaluceño han cometido un error infantil en la presentación que hicieron esta semana. Nuestra Constitución establece una democracia de partidos políticos, es decir, sólo se puede acceder a cargos públicos electivos postulándose por algún partido o alianza electoral. Sin embargo Con Vos inscribió como adherentes a César Aguilar, Alejandro Bravo y la Agrupación 1852, representada por Miguel Arancibia y Eduardo Pósleman. Los dos primeros fueron inscriptos como adherentes sólo con sus nombres, no como agrupación ni como nada. Obviamente el Tribunal Electoral debería rechazarlos, porque no están contenidos en ningún espacio político. Ojo, porque hay algunos abogados que ya piensan en impugnar esa presentación. Puede pasar eso o puede ocurrir que el Tribunal solamente los elimine y Con Vos se quede sin adherentes que, para el caso de los nombres que aparecen, sería casi un favor.