La lucha contra la corrupción institucional y la promoción de la ética pública, son objetivos del Gobierno nacional que buscan proyectarse al plano político internacional, según el compromiso de la adhesión de la Argentina a la Carta Internacional de Datos Abiertos, una iniciativa mundial que prevé la mejora de la participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas en todas las instituciones del Estado. De acuerdo a lo publicado el viernes último en el Boletín Oficial, el Ministerio de Modernización será el encargado de adaptar e incorporar los recursos necesarios, sobre todo a nivel tecnológico, para mejorar el acceso de los ciudadanos a la información estatal.
En este sentido, la cartera dirigida por Andrés Ibarra deberá diseñar, proponer y coordinar políticas de transformación y modernización de las diferentes áreas institucionales de Argentina, para lo que ya se trabaja en la informatización de los contenidos de carácter público de las diferentes carteras, secretarías y organismos del Poder Ejecutivo.
La Carta Internacional de Datos Abiertos es un proyecto impulsado en 2013 por los países del G-8 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Japón, Italia, Canadá y Rusia) que obtuvo la adhesión más tarde de decenas de países fuera de ese organismo supranacional y que cuenta con el apoyo de varias fundaciones del sector. Entre otros organismos privados se encuentra Transparencia Internacional, entidad que hace un relevamiento anual sobre la ética pública y el acceso a la información oficial, dos condicionamientos de la democracia que se anularon en la última década en nuestro país.
Si se cumplen los dictados de Datos Abiertos, se mostrará una transparencia inobjetable.