Hace unos meses un informe de la Comisión de la OMS-UNICEF, se preguntaba después del Covid-19 ¿Hay un futuro para los niños?


La mencionada Comisión examinó las amenazas a los que se enfrentan los niños como cambio climático, pobreza, desnutrición, migración, comercialización de sustancias nocivas, calles inseguras, viviendas peligrosas, educación y protección social inadecuadas.


La pandemia está poniendo en evidencia estas amenazas, colocando en peligro los beneficios del bienestar infantil, además de provocar crisis económica mundial, en este cuadro de situación, los niños serán las principales víctimas.

"Hay que poner a los niños en el centro y cambiar, intentando crear o modificar los espacios y lugares para poder vivir saludablemente.''

Por lo que se sabe y observa en la actualidad, los niños están menos afectados clínicamente por el Covid-19 que los adultos, sin embargo la pandemia afecta indirectamente a los niños y jóvenes en:


* La separación o pérdida en sus propias familias. * Se ha descuidado el control del crecimiento, la atención preventiva de muchos niños. * Crece la violencia doméstica y el abuso infantil. * Hay interrupción de los servicios esenciales de salud en algunos lugares. * Aumento de la desnutrición y la pobreza en el embarazo y la primera infancia, esto puede influir negativamente en la salud física, cognitiva emocional de los niños a lo largo del curso de la vida. * Hay más de 1,5 billones de niños y jóvenes sin educación continua. * Las escuelas cerradas, que empeoran la brecha de aprendizaje , a que los niños de familias más ricas continúan estudiando con herramientas digitales, mientras los niños más pobres se quedan atrás en todos los países. * Millones de niños que dependen de las comidas escolares, en todo el mundo están privados de esos nutrientes. * Todos los días tienen que escuchar y constantemente sobre enfermedad y muerte. * Se les cortó la posibilidad de sociabilizar con el otro par, fundamentalmente fuera del hogar y el juego grupal. * Los adolescentes están sufriendo la privación de los estímulos sociales, recordar que esto es fundamental para su desarrollo. * Los niños y jóvenes pasan más tiempo en línea, lo cual permite la interacción social, pero así también aumenta el riesgo del acoso y explotación en redes.


En gran parte del mundo y de nuestro país se está viviendo así, es hora que los llamados representantes del pueblo, analicen el futuro de los niños, que está en riesgo, especialmente para aquellos que son más vulnerables: los pobres, discapacitados, indígenas, niñas de minorías raciales, étnicas, sexuales y los más expuestos en sociedades desiguales.


Pareciera ser que la pandemia se ha utilizado como pretexto para eludir las leyes y los tratados diseñados para proteger a los niños (Derechos del Niño), se tendrá que pensar desde lo más alto hasta el ciudadano común, y lo más pronto, en invertir en los niños ofrecerles un gran abanico de protección social, en donde los ejes principales sean la Educación y la Salud de los niños y jóvenes, programando planes de recuperación y llamando a los mejores expertos en temas relacionados con la niñez, legislar e involucrar a todos los organismos, ministerios para que trabajen juntos por los niños y adolescentes, y por qué no, hacer una gran encuesta nacional y mundial y preguntarles a los niños y adolescentes ¿qué cambios les gustaría ver?


Se debe intentar romper con el volver "a lo de siempre", hay que poner a los niños en el centro y cambiar, intentando crear o modificar los espacios y lugares para poder vivir saludablemente.


Implicará quizás, más espacio para jugar, rediseñar los espacios, volver al cuidado de las familias otorgando más tiempo y recursos para que éstas puedan criarlos, nutrirlos y educarlos, tiene que aparecer la solidaridad en todos.


Y finalmente preguntarnos ¿estamos mejorando el mundo para los niños?

Por el Prof. Roberto Murua
Fuente: Revista THE LANCET (científica-médica)