Ex jefes de la Marina británica, entre ellos un veterano de la guerra de Malvinas, publicaron una carta en el diario londinense The Times, instando al primer ministro David Cameron a dar marcha atrás en la reducción de los gastos de defensa y otras medidas de austeridad, ante la probabilidad de una invasión argentina al archipiélago.

La nota urge al Gobierno a revertir la orden de eliminar los cazas Harrier y el portaaviones afectados a la defensa de las islas, argumentando falacias que van desde defender las enormes reservas petroleras -que no son tal-, hasta lo que calificaron de "prácticamente una invitación” a la Argentina para que le infrinja a la corona una humillación en "una escala peor que la pérdida de Singapur en 1942”.

El ministro de defensa Liam Fox salió al cruce de los almirantes y defendió los recortes negando que vayan a impactar en la defensa de las islas y lo mismo hicieron los propios isleños, que banalizaron los reclamos porque viven la realidad. Para John Fowler, viceeditor del semanario Pengüin News, "los comandantes están tratando de defender su esquina usando a las islas como un sujeto emotivo. Pero no refleja la realidad. Nosotros debemos superar este lenguaje que sugiere que una guerra es posible”, observó, a la vez de recordar que no le parece que Argentina sea capaz de organizar actualmente un ataque porque no hay deseo popular y sus Fuerzas Armadas han perdido su poder desde 1982.

El prestigio militar británico funciona así, con desaciertos que le han costado muy caro a Londres por seguir los consejos de sus estrategas del almirantazgo, en particular los resultados en Irak y Afganistán. Ahora buscan un protagonismo que carece de razonabilidad hasta para la propia ciudadanía y mucho más para el gobierno de la coalición Tory liberal demócrata.

Pero la carta en The Times no es la única embestida. Antes hubo un comentario crítico del Daily Mail, impulsado por los marinos lobistas, que mereció una réplica de Fox, aclarando que Londres no tiene un plan para recuperar las Malvinas porque no piensa perderlas. Luego el canciller argentino Héctor Timerman advirtió que para Argentina "la única manera de recuperar las Malvinas, que es una obligación que tenemos todos los funcionarios, de este gobierno, de los anteriores y de los futuros, es a través de negociaciones pacíficas. Que no se hagan problemas porque no pensamos atacarlas", dijo el titular del Palacio San Martín.

Sin dudas, la resolución del pleito por Malvinas surgirá de la mesa de negociaciones, una lógica que echa por tierra a toda especulación sectorial.