Un logro que debe destacarse, es la caída del índice de mortalidad infantil en nuestra provincia que, por primera vez, se ubica por debajo de la media nacional, según una información oficial. En los últimos seis años -2003 a 2009- los decesos de menores de un año se redujo en un 50%, acentuando un contexto similar en el ámbito nacional que beneficia particularmente a los sectores más vulnerables de la población.

En San Juan, hace siete años, la tasa de mortalidad infantil era de 19,6 decesos por cada 1.000 nacidos vivos y luego la curva descendente comenzó a caer hasta cerrar 2009 con 11 bebés muertos por cada 1.000 nacidos vivos, lo que representa una mejora sustancial en materia de salud teniendo en cuenta que la media nacional, en igual período, fue de 12,1 por mil que también es una cifra trascendente, ya que Argentina había registrado un 14,4 hace cinco años.

Vale recordar que en 1999, más de 12.000 niños murieron en nuestro país antes de alcanzar el año de edad, y el índice de mortalidad infantil fue de 17,6 por 1.000 nacidos vivos, una tasa promedio con alta desigualdad social según la jurisdicción: mientras en Tierra del Fuego fue de sólo 7,8 por 1.000 nacidos vivos, en Chaco alcanzó casi cuatro veces más, 29,0 por 1.000 nacidos vivos.

El Centro de Alta Conjunta, donde se le realiza en nuestra provincia el seguimiento a la embarazada en forma personalizada, desde que sale del hospital con su bebé hasta la próxima consulta, ayuda a detectar enfermedades tempranas en los recién nacidos y todos los controles lograron incluso que las muertes maternas también disminuyeran, señaló Salud Pública. Son los resultados de una política acertada en una responsabilidad inalienable del Estado.