En el marco del “Día Internacional de la Mujer”, cabe este comentario acerca del rol que tuvieron las mujeres en el historial nacional, consideración que tiene acabados estudios por parte precisamente de historiadoras. Se apunta que las mujeres durante las primeras décadas siglo XIX, especialmente en el Río de la Plata, tuvieron paradójicamente más emancipación que hacia fines de siglo, participando varias de ellas en las inquietudes revolucionarias. Esto es sin olvidar que ellas fueron el puntal de la familia de tipo nuclear o conyugal, en la cual la relación padre-madre e hijos era primaria, totalmente reconocida y legitimada por la sociedad. En los albores de mayo hubo un grupo mujeres ilustradas, que no sólo opinaban sobre temas políticos o sociales, también algunas tuvieron un papel dinámico y protagónico en los diferentes acontecimientos que se iban desarrollando. Extenso es el número que actuaron de una manera u otra, algunas han quedado cubiertas por el polvo del anonimato o el olvido. No obstante, la acción de alguna de ellas, pueden considerarse como paradigma en nuestro devenir histórico. Así, en esta primera centuria se destaca con creces Juana Azurduy, baluarte de nuestra guerra gaucha allá en el norte. Iniciada la guerra por la independencia, se consustanció totalmente con ella. En sus hazañas va alternando su función de madre junto con la de guerrera, llegando a obtener el grado de Teniente Coronel. Una de sus proezas más recordada ocurrió en 1816, en el pueblo de Villar, cuando capitaneó una partida de fusileros y detuvo a los españoles que trataban de cortar la retirada de su esposo. Mariquita Sánchez de Thompson constituye otro modelo de mujer. Su hogar fue el escenario de discusiones políticas y fue el sitio donde se cantó por vez primera nuestro Himno Nacional. Mujer criolla y muy bella, supo sobreponerse a los crueles infortunios de su vida, participando en el preludio de la Revolución de Mayo. Años más tarde, cuando Rosas llegaba al poder, Mariquita continuó con sus reuniones en su célebre salón, frecuentado por un grupo de jóvenes conocidos más tarde como “generación del 37”. Otro ingrediente de su especial naturaleza es que adhirió sin titubeos al nuevo espíritu romántico de la época, el cual contenía un mensaje bien concreto sobre la libertad de la mujer. Adentrándonos al siglo XX nos encontramos con un sinnúmero de voluntades femeninas que dejaron su honda marca en la reciente historia. Cabe decir que en las primeras décadas de este siglo el machismo cobró inusitado vigor, junto a la falta de ciudadana femenina, razones estas que incitaron a un grupo de mujeres a abrirse camino y demostrar de lo que eran capaces. Alicia Moreau de Justo, dinámica y recia en sus reclamos, no es sólo la luchadora incansable por el derecho al voto de las mujeres, también defendió con tesón la maternidad, afirmando que “la mujer puede trabajar en la industria, pero nadie puede obligarla a dejar de ser madre para ser carne de fábrica…”. Por último seguramente otra figura señera es Eva Duarte de Perón. Con voluntad, un saber innato y carisma encontró lugar en el mundo de la política y roles para cumplir en el trabajo social, un espacio donde se encumbró su figura femenina y su vida emocional, dedicándose con ahínco a trabajar por los niños, las mujeres, los ancianos y los desposeídos. No disfrutó de hijos propios, pero fue la madre simbólica de los niños de nuestro país, de los menesterosos y humildes, de ahí que su figura alcanzó la categoría de mito.

 

Por el Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magíster en Historia