A 19 años del asesinato del periodista colombiano Nelson Carvajal nada ha cambiado. Colombia sigue siendo un país peligroso para los reporteros, aunque la violencia haya disminuido debido al proceso de paz. Igualmente se mantiene un alto índice de impunidad como producto de una sociedad que ha vivido entre la guerrilla, el narcotráfico, otras variantes de crimen organizado y parte de una administración pública corrupta.


Nelson Carvajal, a sus 37 años, fue víctima de esa combinación delincuencial. Era un periodista de denuncia y en un territorio de pocas pulgas como Pitalito, en el interior colombiano, su valentía por revelar en la radio los estragos de la corrupción le cosechó muchos enemigos. 


El 16 de abril de 1998 le descerrajaron 7 tiros cuando se estaba subiendo a su moto para ir a la radio a denunciar sobre la matufia entre un funcionario municipal y un poderoso empresario, ambos de Pitalito, por la construcción de viviendas de mala calidad a precios de primera en un predio que el municipio cedió en ganga. 


A la pesadilla por el asesinato de Carvajal, le siguió un largo calvario que debió sufrir su familia hasta hoy, 19 años después, cuando al caso le faltan ocho meses para prescribir diez de sus familiares, hijas, hermanas, hermanos y sobrinos, tuvieron que salir del país porque cada vez que aportaban datos eran amenazados de muerte y perseguidos. 


Las primeras investigaciones oficiales lograron que el funcionario y el empresario terminaron en la cárcel como autores intelectuales junto a un par de maleantes que apretaron el gatillo. Sin embargo, tres años después todos fueron declarados inocentes. La fiscalía siguió la investigación y atribuyó el crimen a la guerrilla.


Ante tanta desidia, investigamos el caso en la Sociedad Interamericana de Prensa a partir de 2001 y tras encontrar anomalías en el proceso presentamos el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y luego a la Corte de Justicia.


Ante nuestra insistencia el Estado ahora ha vuelto a la hipótesis original del funcionario y el empresario como autores intelectuales.


Ahora la Corte dará su veredicto final dentro de los próximos 6 meses. El Estado indicó que existen posibilidades de revisar el caso. Más allá del resultado, lo importante es que Nelson Carvajal ha cobrado nueva vida, reivindicado por una justicia internacional que en su país le fue esquiva por dos décadas.