La AMIA no habla en nombre de la comunidad judía argentina en general, aspecto que no le corresponde por la enorme cantidad de instituciones que hay en el país, más aún en virtud de las delegaciones existentes. 

La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) nació en 1894 con la intención de generar un marco de acción de proyección social: inició sus acciones con ejes en cementerio, educación y contención, con el paso del tiempo fue ampliando sus acciones sociales con significativo impacto en la sociedad toda.


Hacia 1935 la cantidad de asociaciones judías eran numerosas en todo el país; a modo de ejemplo desde 1916 funciona en nuestra provincia la Sociedad Israelita de Beneficencia de San Juan. En ese año, estas entidades civiles, ante el antisemitismo existente, y para mantener su eje en acciones de culto, educación, ayuda al necesitado y recepción del inmigrante; delegan su representación política, ante los poderes del estado en una entidad central a nivel nacional; sin perjuicio del accionar que reservan en cada una de las jurisdicciones de origen, así nace la DAIA, como surge de su sigla: Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas.


Esta representación política ha recibido por parte de AMIA una nota de público conocimiento, en la que AMIA expone que entiende que la DAIA debe desistir de su participación en su carácter de querellante en la Denuncia por Encubrimiento del Atentado al Edificio de AMIA vinculado al memorándum suscripto con Irán, investigación que a nivel local se direcciona contra la principal autoridad del Ejecutivo al momento de la celebración de ese memorándum declarado inconstitucional y otros referentes políticos del país.


En primer lugar se desea expresar que la AMIA no habla en nombre de la comunidad judía argentina en general, aspecto que no le corresponde por la enorme cantidad de instituciones existentes en el país, más aún en virtud de las delegaciones existentes. 


En segundo lugar, se entiende claramente la magnitud del dolor y la impotencia por la falta de justicia existente por parte de la AMIA por la dimensión del atentado sufrido hace ya casi 25 años, pero es justamente esa dimensión y esa magnitud es lo que hace que la búsqueda de justicia y respuesta tome una necesidad imperiosa y que movilice a la voluntad de muchos de nosotros, por lo que entendemos que la representación política de la comunidad judía, como muchísimos otros espacios comprometidos con una sociedad sin violencia y con justicia, deben acompañar en la medida que estén legitimados para ello, el impulso jurisdiccional en pos de saber la verdad de cada aspecto que hace a la causa AMIA y el memorándum suscripto en sus diversas etapas y acciones.


En tercer lugar deseo manifestar que nuestra entidad ha solicitado a la Comisión Directiva de la DAIA se sostenga la denuncia referenciada hasta tanto la justicia se expida en forma definitiva. Entendemos la necesidad de impulsar desde esta entidad el proceso hasta lograr pronunciamientos claros y categóricos a nivel judicial para avanzar sobre los diversos aspectos que rodean al terrible atentado que nos golpeó a todos.


Esta petición de accionar en pos de justicia y verdad hacia la DAIA realizada desde San Juan fue elevada por escrito en conjunto con las comunidades judías de Allen, Cipolletti, Neuquén, Santiago del Estero, Basavilbaso, Bahía Blanca, Corrientes, Río Cuarto, Paraná, de la Federación de Comunidades Judías de Entre Ríos, La Plata, Chaco, Tandil, Misiones, General Campos, Mendoza, Santa Fe, Tucumán y Córdoba.


Por Leonardo Siere,  Presidente de la Sociedad Israelita de San Juan