La primera Central Argentina de Elementos Modulares o "Carem" según el acrónimo con el que se ha manejado este proyecto de avanzada tecnología desarrollado por científicos locales, ha comenzado a levantarse junto a las centrales nucleoeléctricas Atucha I y II, en la localidad bonaerense de Lima. Se trata de un logro sin precedentes de nuestros investigadores y científicos porque si bien es una minicentral atómica destinada a producir electricidad, tiene la ventaja de acoplarse modularmente en conjuntos mayores que compartan servicios, como pueden ser las usinas en producción y la integración al sistema nacional.

El Carem es la solución ideal para países con grandes territorios que, como la Argentina, necesitan sistemas eléctricos independientes en lugares alejados de las líneas de alta tensión, con alto rendimiento y mínimo costo operativo. Pero por su simplicidad de diseño y construcción, el núcleo está 20 veces menos expuesto a accidentes respecto a las grandes centrales y en un punto clave, la refrigeración, prescinde de bombas de enfriamiento. Y lo más trascendente todavía es que es 100% ingeniería criolla aportada por los científicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica y de Invap, la empresa mixta rionegrina de inteligencia aplicada a desarrollos de venturada.

El Carem está precedido de una amplia experiencia basada en pequeños reactores de investigación diseñados por ingenieros, químicos y físicos nucleares argentinos, con alto prestigio internacional. Prueba de ello es la expectativa en torno al Carem, del que varias empresas y países del mundo han solicitado informes para interiorizarse en el prototipo con miras a la exportación.