Tal riqueza en hidrocarburos no es tal, según reconocieron las petroleras involucradas en un plan desarrollado durante el año último y que culminó la semana pasada con el anuncio de la compañía Desire Petroleum (DP) de los resultados negativos en un nuevo pozo de 1.300 metros de profundidad en el mar, donde esperaba encontrar el oro negro, aunque seguirá perforando en el sector hasta los 1.670 metros, sin las mejores expectativas. Es que desde que DP comenzó a operar en el Atlántico Sur, sólo detectó yacimientos de hidrocarburos inexplotables y esto viene reflejándose en sus acciones, que continúan en baja en la bolsa de Londres. La compañía inició su actividad en febrero de 2010, junto a otras dos petroleras británicas, Falkland Oil and Gas y Rockhopper, de las que sólo ésta última halló un yacimiento explotable en el sector Sea Lion, pero con altísimos costos de logística que harían inviable la ecuación económica.
Estas frustraciones debilitan las argumentaciones de los kelpers para que Gran Bretaña evite sentarse en la mesa de las negociaciones con la Argentina para discutir la soberanía de los territorios australes en disputa, de acuerdo a las resoluciones de la ONU, permanentemente ignoradas por Londres. El petróleo reavivó la negativa británica y acentuó los reclamos argentinos por la soberanía de Malvinas, pero hace casi un año que el crudo no aparece.