El portugués Antonio Guterres nombrado el jueves último como nuevo secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en reemplazo del diplomático coreano Ban Ki-moon, es considerado un ‘honesto negociador’. Con esta condición pretende encarar una de las tareas más difíciles y delicadas del organismo internacional, como es contribuir a la resolución de los conflictos que han dividido al mundo y que, a su juicio, parecen interminables.
Al aceptar su cargo ante la Asamblea General que lo aclamó para que ocupara el máximo puesto de la diplomacia internacional, dijo que los dramáticos problemas del mundo de hoy solo pueden inspirar un enfoque humilde. Es decir que el Secretario General de la ONU debe poner a disposición sus buenos oficios, que trabaje como un convocante, un mediador, un constructor de puentes y un honesto negociador para ayudar a encontrar soluciones que beneficien a todos en general.
Guterres fue primer ministro de Portugal y alto comisionado de la ONU para los refugiados. Por ello es que al aceptar el nuevo cargo sostuvo que se necesita impulsar una ‘diplomacia para la paz’, que reafirme la diversidad y la naturaleza representativa de la ONU, a fin de convertirla en un foro de diálogo donde se intercambien opiniones. El diplomático está convencido que la paz es la más urgente petición de los ciudadanos del mundo a la ONU. Y es muy importante refrendar la igualdad de género en el mundo y la diversidad.
Si bien Guterres ya es nuevo secretario General de la ONU, recién ocupará el cargo efectivamente el 1 de enero de 2017, al término del mandato de Ban Ki-moon que duró cinco años. Con el nombramiento de Guterres, también por cinco años, con posibilidad de renovación, termina el primer proceso transparente para elegir al secretario general en los 71 años de historia de la ONU. El nuevo titular, quien se convertirá en el noveno secretario general de la ONU, debió competir con una docena de candidatos, de los cuales más de la mitad eran mujeres, incluida nuestra canciller Susana Malcorra.
Es de esperar que este impulsor de la ‘diplomacia por la paz’ logre alcanzar los objetivos propuestos, ya que de esto dependerá en gran medida la pacificación del planeta en un momento muy complicado.
