Están tan a la derecha en temas que importan a los latinos, que no veo cómo alguno podría conseguir el 40% de los votos hispanos que necesitarán para llegar a la Casa Blanca. El último presidente republicano, George W. Bush, conquistó el 40% del voto hispano en 2004, y desde entonces ese voto tiene mayor importancia. El ex candidato republicano en 2008, John McCain -hizo campaña con una posición moderada sobre la inmigración- perdió porque sólo conquistó el 31% de los votos hispanos. ¿Cómo harán ahora los republicanos para conquistar el voto hispano si tienen una línea mucho más dura en temas como la inmigración?
En el debate televisado del jueves en Iowa, ninguno de los candidatos republicanos apoyó la una reforma migratoria integral, como la de McCain en la campaña de 2008, con mayores controles fronterizos pero al mismo tiempo la legalización de millones de indocumentados dispuestos a cumplir ciertos requisitos. Los republicanos dicen que conseguirán una parte importante del voto hispano porque la economía -y no la inmigración- será el tema clave en las elecciones del año próximo. De acuerdo con sus encuestas, los hispanos ponen la economía, la educación, la salud y las guerras de Irak y Afganistán por delante de la inmigración en sus prioridades.
Los demócratas, a su vez, replican que a los republicanos les resultará difícil hacer campaña con la economía cuando sus candidatos están exigiendo recortes presupuestarios más profundos de los programas sociales que casi todos los hispanos quieren conservar.
Varios importantes dirigentes republicanos, entre otros el ex gobernador de Florida Jeb Bush y el ex secretario de Comercio Carlos Gutiérrez, han creado un grupo llamado Red de Liderazgo Hispano, en un esfuerzo por atraer latinos a su partido. Le pregunté a Gutiérrez cómo piensan ganar una parte significativa del voto hispano con su actual retórica antiinmigratoria y a favor de mayores recortes presupuestarios.
Gutiérrez admitió que a los republicanos les resultará difícil ganar en 2012 con un candidato que los hispanos perciban como hostil. "El candidato republicano tendrá que ser un moderado", me dijo Gutiérrez. "Tenemos que apoyar la inmigración: si somos el partido de la prosperidad, tenemos que ser el partido de la inmigración".
Mi opinión: Los republicanos tendrán un serio problema con el voto latino en 2012. Es cierto que Obama debe lidiar con una desaceleración económica que afecta a los hispanos más que a otros estadounidenses, y también que el presidente no ha cumplido su promesa de hacer aprobar una reforma migratoria. Además, Obama tendrá que explicarle a los hispanos por qué ha deportado a casi un millón de inmigrantes indocumentados en los últimos tres años, más de los que deportó Bush en sus ocho años de gobierno.
Sin embargo, los republicanos no podrán criticar a Obama porque las medidas que proponen son aún más duras, como recortar programas sociales, evitar nuevos impuestos para los ricos y mayores deportaciones masivas. A menos que los republicanos hagan un giro para recuperar algo del voto latino, o que la situación económica empeore aún más y haga que los hispanos no concurran a las elecciones, todo apunta a que Obama será reelecto en 2012.
