La obesidad puede definirse como la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, especialmente en el tejido adiposo, cuando el peso corporal supera el 20% del peso ideal según la edad, la talla, y sexo de la persona en cuestión.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado características de epidemia a nivel mundial. Las cifras asustan. Las enfermedades a largo plazo que se ven venir, como consecuencia de esto, están siendo una preocupación en muchos países. La suba se explica, básicamente, por la alimentación pobre (agravada en nuestro país por la crisis económica) y la vida sedentaria.

Los niños obesos tienden a convertirse en adultos obesos; las complicaciones incluyen enfermedad cardiovascular, dificultad para respirar, interferencias en el sueño, trastornos cutáneos, transpiración excesiva, problemas ortopédicos; en el aspecto emocional poseen baja autoestima, son discriminados por sus compañeros, dificultad para relacionarse con los demás, falta de confianza en sus capacidades físicas, y se inhiben cuando se les demanda que se ejerciten mientras otros estén observando. Por lo tanto, un programa debería estar diseñado para fortalecer la autoestima, y estar acorde a las capacidades de cada niño, como para que el/ella experimenten la sensación del éxito. Además, las actividades deberían ser divertidas y placenteras. Sólo una vez que el chico haya ganado confianza en su capacidad para ejercitarse, cambiar hacia aquellas actividades que puedan producir beneficios fisiológicos.

En agosto de 2008, la cámara de Diputados de la Nación sancionó la ley 26.396 de trastornos alimentarios, que, entre otras cosas, apunta a mejorar la alimentación en el entorno escolar. Así, en su artículo 6 establece la incorporación de la Educación Alimentaria Nutricional (EAN) en el sistema educativo en todos sus niveles, y otras medidas que fomenten la actividad física y eviten el sedentarismo. También dispone la necesidad de capacitar a los educadores para promover un estilo de vida saludable.

También exige que los quioscos y demás medios de expendio de alimentos en los establecimientos escolares, deban ofrecer productos que integren una alimentación saludable y variada.

Sin embargo, esta ley no ha sido reglamentada y aún no se encuentra en vigencia.