Hace unos días, la intervención de la Fundación Cementerio Vallecito anunció las obras de parquización que tiene previsto para el oratorio de la Difunta Correa. Se trata de un emprendimiento que representa un gran desafío ya que, al igual que con la Avenida de Circunvalación, se trata de terrenos muy pedregosos, con grandes desniveles, en los que naturalmente no crece el pasto. La iniciativa de esta entidad es plausible y se encuadra dentro de la tendencia que se viene poniendo de manifiesto desde hace algunos años, de otorgar a distintas zonas de San Juan áreas verdes que contribuyan a mitigar las duras condiciones climáticas que tiene nuestra provincia.
El parquizado alrededor del Centro Cívico, a los costados de la Avenida de Circunvalación, el proyecto del Acceso Sur y el de las plazas departamentales de Albardón, Chimbas, 25 de Mayo y 9 de Julio, entre otras, son algunas muestras del camino elegido por organismos nacionales, provinciales y departamentales, en busca de mejorar el aspecto y las condiciones de sitios que, generalmente, son elegidos para recreación de las familias.
En la mayoría de los casos la clave de estas obras de parquización está en la optimización de los sistemas de riego. Mediante la instalación de aspersores, sumado a una mejora de la tierra y otros recursos, se logran resultados altamente satisfactorios, sin que su instalación represente un derroche de agua en exceso o un gasto considerable.
Mejorar la calidad de vida de la población mediante estas obras debe ser una de las prioridades tanto del Gobierno provincial, como de los municipios. Por otra parte, al realizar estos trabajos se debe prever la forma de evitar que sean dañados solicitando la colaboración de la población y aplicando sanciones a quienes atenten o destruyan estos espacios públicos.