El ser humano ha nacido para vivir y alcanzar el pleno desarrollo de sus facultades. Sin embargo, muchas veces agrede su cuerpo y atenta contra su salud o la descuida. Vivir es un arte cuyo fundamento está en el ejercicio ético y responsable de las libertades individuales.

El cuidado de la propia vida es precisamente la primera y principal responsabilidad del ser humano. Para ello, en primer lugar es preciso tomar conciencia del cuerpo y de la salud física y psíquica de cada uno de nosotros.

Desde la infancia, aceptamos con total naturalidad la existencia de los derechos personales y sociales, pero nos resulta más difícil asumir que todos tenemos cotidianamente obligaciones y deberes. Éstos deben identificarse como parte esencial del compromiso individual para con uno mismo y para con los demás. Sin deberes tampoco hay derechos.

Hoy es muy común ver a jóvenes que no toman conciencia de ciertos perjuicios que provocan por ejemplo, el alcohol, tabaco, droga etc. Hay estudios estadísticos realizados que muestran que el 39,5% de niños entre 13 y 16 años beben alcohol a pesar de estar prohibida la venta a menores de edad. Generalmente comienzan a probarlo cuando no son vistos por sus familiares, aunque hay algunos que lo hacen con la anuencia de sus propios padres incorporando esta adicción en una forma sutil, al principio, hasta provocar serias alteraciones con su entorno. Toda adicción es considerada una enfermedad pues causa daños en el cuerpo, alterando seriamente la salud y la calidad de vida de las personas.

Si bien la sociedad esta fragmentada, la familia, principal encargada de trasmitir parte de la función educadora, está desintegrada. A los alumnos con problemas de aprendizaje se suman los agresivos, comportamiento con el que no hacen otra cosa que huir de la intolerable realidad en la que viven. Es por eso que la participación de la familia es importante para reestablecer lazos de solidaridad.

Es un hecho que el hombre es un ser social que necesita de la convivencia y colaboración de los demás. También que es un ser moral que se enfrenta en todo momento con la necesidad de elegir y decidir, lo que es mejor actúa por sus principios éticos de acuerdo con los valores morales. Todo esto debe ser considerado para intentar revertir una situación que está perjudicando a numerosos jóvenes.

Respecto del cuidado de su cuerpo hay que tener en cuenta que en los últimos años los niños y los jóvenes han cambiado sus hábitos alimentarios, en perjuicio de su propia salud, y es ahí donde también hace falta la orientación de los mayores, padres o demás familiares, para orientarlos en lo que resulta más conveniente.